Desde el desayuno con café humeante de la mañana, hasta el gin tonic vespertino, el flamante GingerPlaza, en pleno centro urbano de Los Alcázares, ofrece varios alicientes que lo hacen especial. Más de 30 referencias de ginebras, para elegir el gin tonic ideal. Y un picoteo atrayente.
Atmósfera agradable, de diseño moderno, con un toque neoyorquino que emana de su barra luminosa de azul espacial y que precisamente hace destacar los colores flúor de las tónicas burbujeando en las aromáticas ginebras con sus aderezos cítricos. La variedad de ginebras ya es una gran baza a favor de este local que hace esquina con la plaza del Ayuntamiento, más céntrico imposible, con su terraza cubierta con el color más neoyorquino posible, el negro.
En el interior solo hay que mirar a la barra para disfrutar por adelantado de un buen acompañamiento a la copa o a la cerveza. Pinchos bien elaborados, que te permiten pasar a algo más serio, como una ración de jamón ibérico, tortilla de patatas clásica, anchoas en salmuera, ventresca con pimientos, ensalada de ahumados, albóndigas de bacalao, calameres a la romana y una completa carta de raciones para disfrutar a cualquier hora del día, porque es la versatilidad de este local lo que le da la otra gran distinción con respecto a los demás. Agradable de mañana y con acertado ambiente de tarde noche. De acuerdo a su filosofía, que dejan claro en el fondo de barra: «Porque no a todo a todo el mundo le apetece lo mismo en cada momento».