Es el bocado más exquisito del Mar Menor, el más cotizado, el más buscado. El langostino está de plena temporada y la campaña promete ser generosa, según han adelantado los pescadores nada más levantar la veda que obligó a paralizar la captura de este sabroso crustaceo hasta el 15 de septiembre por su talla insuficiente.
Si usted ha comprado o comido langostinos del Mar Menor antes del 15 de septiembre, debe saber que ha consumido un producto capturado de manera ilegal por pescadores furtivos. Esta actividad perseguida e ilegal trae de cabeza a los pescadores de la laguna, que ven cómo los langostinos han llegado a barras y restaurantes de Murcia y del Mar Menor en época de veda.
Sabroso, de carne blanca y consistente, crecido en unas aguas con más sales minerales que las del Mediterráneo, el langostino del Mar Menor se convierte en un bocado exquisito que puede superar los 100 euros el kilo en los restaurantes. En el primer día de pesca traslevantarse la veda, se cotizaron en la subasta a 50 euros el kilo, aunque después aumenta con los recargos del transporte, la elaboración y la presentación en pescaderías o restaurantes.
«La temporada de otoño suele ser menos abundante que la de primavera, pero parece que ésta se presenta buena, aunque nunca es fácil predecir ya que se trata de una especie migratoria», explica el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de San Pedro, Juan Pablo Martínez. El langostino vive en fondos arenosos y tiene hábitos nocturnos. Se alimenta de gusanos y pequeños invertebrados. Su hábitat natural en el Mar Menor se extiende en las costas arenosas de La Manga próxima a las golas, por donde entran los alevines procedentes del Mediterráneo.
El método tradicional de elaboración, si se compran en la pescadería, se cuecen con una hoja de laurel y sal durante el tiempo que se reza un ‘Padrenuestro’.