La orilla cristalina de Calabardina, la localidad de Águilas famosa por el buceo, es ideal para introducir a los más pequeños en la afición de mirar los fondos marinos. Hacer ‘snorkel’ en las aguas someras puede ser su primera lección para después lanzarse a ver los fondos, principalmente los barcos hundidos en las proximidades de esta localidad de turismo tradicionalmente familiar. En tiempos, en esta costa se practicaba la pesca de la almadraba, una técnica basada en un laberinto de redes para la captura del atún, pero que ya quedó olvidada. Durante estos días es frecuente ver la playa repleta de sombrillas con los bañistas equipados para pasar el día en la arena, pero otra alternativa es remar alrededor de los arrecifes rocosos, en los que es fácil imaginar que en otros tiempos se refugiaron los piratas.
Situada a 9 kilómetros de la ciudad de Águilas, hay un buen acceso para llegar a Calabardina, tan solo siguiendo las indicaciones desde el auditorio aguileño situado en plena costa. El oleaje es moderado en esta orilla, ya que está protegida por un promontorio rocoso y tiene forma de ensenada.
Dispone de servicios y equipamientos. Cuenta con un pantalán de fondeo, principalmente usado por las lanchas de los submarinistas. Cerca se encuentra el famoso centro de buceo La Almadraba, del famoso Diego el Buzo, un personaje popular en Águilas, amante del mar.
