«Ya no podría vivir sin la música», afirma Tady Mateo, alumno de viola del Conservatorio Profesional de Música de San Javier. Se acercó a la música al principio «por obligación», pero la experiencia le ha despertado las ganas de aprender cada vez más. A sus 14 años -siete en la música- es uno de los cinco alumnos seleccionados para formar parte de la Orquesta de Aspirantes de la Región de Murcia. Es la primera vez que esta formación musical, integrada por músicos jóvenes, elige a alumnos del Conservatorio de San Javier para enriquecer su valor.
Una oportunidad y una exigencia
Es toda una oportunidad para que los jóvenes instrumentistas crezcan musicalmente. Un orgullo para el profesor de Clarinete, Luis Ramón Rodríguez Lorenzo, quien dirige a 25 alumnos en su clase de Orquesta. Cree que la convalidación de horas entre el Conservatorio y el Instituto ayuda a mantener el nivel de exigencia que requiere la enseñanza musical.
Formar parte de la Orquesta de Aspirantes de la Región añade un plus de compromiso a los alumnos. «Ensayan 7 horas todos los sábados y cuentan con profesores que les orientan y enseñan, porque participan en conciertos en el auditorio Víctor Villegas, de Murcia», explica Mariola Gabor, la profesora de Canto, Lenguaje Musical y Coro. Su hija, Carla Gheorghiu Gabor, violinista de 11 años, es una de las seleccionadas. Desde los cuatro años comenzó a formar su sentido rítmico. «La música es muy exigente», comenta la docente.

Una adolescencia unida a la música
«Prefiero tocar sonatas», confiesa la violonchelista Marina Ruiz Lapeña, de 12 años. Entró en el Conservatorio guiada por sus padres, pero ha terminado más unida a la música de lo que había imaginado.
Elisa Sánchez Pérez, violinista de 12 años, y Deme García San Martín a la viola, también con 12 años, son los otros dos músicos seleccionados. «Yo al principio quería tocar el piano», cuenta García San Martín. Ya ha creado un círculo inseparable con su instrumento de cuerda.