San Javier ha sido el epicentro de una despedida aérea histórica. Las playas del Mar Menor acogieron a cerca de medio millón de personas el pasado fin de semana, congregadas para presenciar Aire25, el festival aéreo organizado por el Ejército del Aire y del Espacio que marcó el adiós de los icónicos aviones C-101 de la Patrulla Águila. Un evento que, según el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, «ha batido todos los récords de participación. No se recordaba nada similar desde aquel famoso Aire06».
Despliegue sin precedentes
La masiva afluencia de público, unida a la complejidad de un espectáculo aéreo de esta magnitud, puso a prueba la capacidad organizativa del municipio. Luengo destacó la «coordinación y labor de todos los servicios municipales que han contribuido a que todo haya funcionado muy bien». Tanto el sábado, con motivo de la exposición de aviones en la Academia General del Aire, como el domingo, para presenciar la exhibición aérea, la riada de gente no cesó.
El rey Felipe aterrizó el sábado por la tarde en la base de San Javier para presenciar el festival. Antes de visitar la exposición de aeronaves, voló en el Pilatus, con el comandante Alberto Guzmán a los mandos. El domingo, presenció la exhibición desde el balneario del club de suboficiales, en Santiago de la Ribera.
Para facilitar el acceso y garantizar la seguridad, se habilitaron 20.000 plazas de aparcamiento disuasorio, conectadas mediante 32 autobuses lanzadera que operaron durante todo el fin de semana, permitiendo a miles de personas llegar sin contratiempos hasta Santiago de la Ribera.
Repercusión y balance económico
El evento no solo ha sido un éxito de público, sino que también ha generado una repercusión mediática nacional e internacional, magnificada por la presencia del rey Felipe VI, quien presidió la exhibición. Aunque no hay cifras definitivas sobre el impacto económico de Aire25, Luengo estima que superará los 6 millones de euros que, según un estudio de la Universidad de Murcia (UMU), generó el festival aéreo municipal del año pasado.
Según datos de la Concejalía de Turismo de San Javier, la Región de Murcia en su conjunto recibió en 2023 a más de 1,5 millones de turistas, lo que subraya la importancia de eventos como Aire25 para el posicionamiento turístico de la zona.

Incidencias controladas
A pesar de la magnitud del evento, el balance en materia de incidencias ha sido favorable. La Gerencia de Urgencias y Emergencias 061 registró 83 atenciones sanitarias, la mayoría por síncopes y lipotimias, con solo dos traslados hospitalarios por protocolos de ictus e infarto. Un incidente en vuelo, el impacto de un ave con uno de los aviones, se saldó sin consecuencias graves para el piloto, aunque tuvo que ser atendido tras chocar el Eurofighter que pilotaba contra una gaviota. La cabina quedó destrozada.


La Policía Local movilizó a más de cien agentes, quienes gestionaron 6 accidentes de tráfico sin heridos y 3 con heridos leves, además de 260 denuncias por estacionamiento y tráfico, y la retirada de 36 vehículos.
Un desfile en el cielo
El festival congregó a más de 30 aeronaves, incluyendo reactores, helicópteros y patrullas acrobáticas de seis países. Desde la Patrulla Acrobática de Paracaidismo (Papea) hasta el imponente helicóptero CH-47 Chinook (utilizado para transporte de carga y tropas) y el histórico Northrop F-5, el cielo de San Javier fue un lienzo de la aviación. Destacaron los clásicos Bücker, T-6 Texan y Mentor, que evocaron los inicios de la aviación, junto al Saeta, el primer reactor diseñado en España.
El presente y el futuro se hicieron patentes con el caza por excelencia del Ejército del Aire desde los años ochenta, el McDonnell Douglas F-18 Hornet. La Patrouille Suisse sacó partido de sus F-5E Tiger II, cazas ligeros supersónicos de origen estadounidense adaptados a la acrobacia. A diferencia de otras patrullas que vuelan entrenadores, la Patrouille Suisse realiza sus exhibiciones con auténticos cazas de combate, lo que eleva la exigencia técnica y el espectáculo visual. Su estilo es limpio, potente y preciso, con un enfoque marcado en la simetría, la velocidad y la perfección geométrica. Los alpinos están especializados en espectáculos a gran altura, incluso entre montañas. En el Mar Menor encontraron todo lo contrario, una planicie de agua.
Los vistosos Frecce Tricolori despertaron asombro con sus 9 Aermacchi MB-339 PAN que guían a las maniobras más audaces en grupo, con una mezcla única de potencia emocional y técnica. Su sello visual más impactante fue un arco con la bandera tricolor mientras sonaba el ‘Nessun dorma’ en la voz de Luciano Pavarotti.
El Pilatus, futuro sustituto del C-101 en la nueva unidad acrobática del Ejército del Aire y del Espacio, ofreció un adelanto de lo que está por venir. El coronel director de la AGA, Luis Felipe González Asenjo, anunció que la nueva unidad acrobática se llamará Formación Mirlo, como suelen denominar en la base militar de San Javier a sus aeronaves. Los sucesores de la Patrulla Águila serán los encargados de realizar los vuelos oficiales en los próximos eventos señalados, como el del 12 de octubre.
La Patrulla Águila, anfitriona del festival, realizó su última exhibición con los C-101, acompañada en espíritu por los más de cien pilotos que han formado parte de su historia. Un emotivo adiós narrado por el capitán Luis Verjano, que puso el broche a 40 años de vuelos y acrobacias. Un vuelo lleno de emoción, que dejó un sentimiento agridulce en los miles de seguidores, quedará en la memoria de todos y grabada en la historia de la aviación.
La legendaria Red Arrows de la Real Fuerza Aérea Británica voló sus BAE Systems Hawk T1, un reactor de entrenamiento avanzado que ha sido durante décadas la plataforma de formación de pilotos británicos. Este avión destaca por su maniobrabilidad y fiabilidad, lo que lo convierte en una herramienta perfecta para la complejidad y velocidad de las acrobacias británicas. Con sus característicos fuselajes rojos, los Hawk T1 de los Red Arrows realizan maniobras a alta velocidad y formaciones cerradas con una precisión matemática, acompañadas de estelas de humo blanco, azul y rojo, que simbolizan tanto la bandera del Reino Unido como la excelencia técnica de sus pilotos.
Los helicópteros de la patrulla Aspa completaron el espectáculo, que culminó con la visión del dron de reconocimiento MQ-9 Predator B, abriendo una ventana al futuro de la aviación.
Algunas cifras del macrofestival aéreo:
- Asistencia: Cerca de medio millón de personas.
- Festival: Aire25, despedida de los aviones C-101 de la Patrulla Águila.
- Participación: Más de 30 aeronaves de 6 países.
- Impacto económico: Superior a 6 millones de euros.
- Atenciones sanitarias: 83 (mayoría por síncope y lipotimias, 2 traslados hospitalarios).
- Incidentes en vuelo: 1 (impacto de ave sin consecuencias graves).
- Agentes Policía Local movilizados: Más de 100.
- Accidentes de tráfico: 6 sin heridos, 3 con heridos leves.
- Denuncias de tráfico/estacionamiento: 260.
- Vehículos retirados: 36.
- Llamadas a Policía Local relacionadas con el evento: 70.
- Plazas de aparcamiento disuasorio: 20.000.
- Autobuses lanzadera: 32.