La explosión que se produjo en el bar Javi, el pasado jueves 19 de junio, en Lo Pagán, ya ha ocasionado la muerte de dos personas. Las víctimas mortales son la propietaria del establecimiento, de 38 años, que sufrió quemaduras graves, y una mujer de 56 años que pasaba en ese momento cerca del local y, con la explosión, le cayó un objeto en la cabeza que le ocasionó un traumatismo craneoencefálico. Ambas permanecían ingresadas en estado crítico en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia y han fallecido hoy, jueves 26 de junio.
Heridos y con graves pérdidas económicas
La deflagración que tuvo origen en el bar dejó un saldo de 15 personas heridas y dos fallecidas. El estallido se produjo en torno a las 12:15 horas, coincidiendo con la celebración del mercadillo semanal, lo que incrementó el número de afectados. Los mercaderes más cercanos han perdido además toda su mercancía. Algunos tienen también sus vehículos dañados por la detonación.
Hipótesis de explosión provocada
La Guardia Civil investiga el suceso como una posible explosión intencionada. Según fuentes policiales, en el interior del local se halló una bombona de butano con la goma cortada, lo que refuerza la hipótesis de una deflagración provocada. El bar se encontraba cerrado al público en el momento del estallido, aunque la zona estaba muy concurrida por el mercadillo.
El Equipo de Investigación de Incendios (ESIN) del Instituto de Criminalística ha asumido la inspección técnica del lugar. La declaración de la propietaria, que se encontraba dentro del local en el momento de la explosión, era clave para la investigación, pero su fallecimiento impide esa vía de esclarecimiento.
Quejas vecinales
Vecinos y comerciantes relataron escenas de pánico tras la explosión. Algunos auxiliaron a los heridos antes de la llegada de los servicios de emergencia en los primeros momentos de confusión.
El bar Casa Javi ya había sido objeto de intervenciones policiales previas por incidentes relacionados con el orden público. Fuentes municipales revelan que acumulaba ya unas 30 actas de la Policía municipales por ruidos, peleas y otras causas. Además, el local acumulaba quejas vecinales por ruidos y actividad nocturna conflictiva.