La playa Ensenada del Esparto, en el kilómetro 15 de La Manga, ha sido testigo hoy de la liberación de 30 ejemplares de tortuga boba. Esta suelta se produce en el mismo lugar donde el pasado año eclosionó un nido que ha marcado un hito en la recuperación de la especie en la Región. Los quelonios, con un peso medio de un kilo, se suman a los 32 ya reintroducidos el pasado 20 de junio. Aún quedan 31 por liberar durante el verano.
Hitos en la Región
El consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, destacó la consolidación de Murcia como ‘Territorio Tortuga’. «En la última década, la Región ha liberado 191 ejemplares, cifra que ascenderá a 254 al final del verano», afirmó Vázquez, quien estuvo acompañado por el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo. Estas cifras incluyen tanto tortugas nacidas en el litoral regional como las recuperadas en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre El Valle.
Un nido excepcional
El nido de La Manga, localizado el 23 de julio de 2024 gracias al aviso de un particular, ha sido el de mayor éxito de eclosión hasta la fecha en la Región, con un 95 por ciento de supervivencia. De los 101 huevos depositados, 93 tortugas serán finalmente reintroducidas en la misma playa. Este éxito es fruto del trabajo coordinado entre el personal del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre El Valle, agentes medioambientales y Policía Local de San Javier. El consejero Vázquez agradeció el «trabajo para el desarrollo del nido al que contribuyeron 56 voluntarios ambientales de las once asociaciones que forman parte de ‘Territorio Tortuga’, y Protección Civil».
Cría en cautividad para la supervivencia
Para multiplicar las probabilidades de supervivencia, las tortugas nacidas en Ensenada del Esparto se sumaron a un programa de cría controlada de diez meses. Este proyecto contó con la colaboración de la Estación de Acuicultura Marina del Imida en San Pedro del Pinatar, que acogió una veintena de ejemplares. El resto se trasladó al Arca del Mar de la Fundación Oceanogràfic de Valencia, Palma Acuarium (Mallorca) y la Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (CRAM) de Barcelona. Allí, han sido parte de un estudio sobre este programa junto con tortugas de otros puntos del Mediterráneo español.
Un lustro de nacimientos
El nacimiento de 93 tortugas el pasado año se suma a las 51 de 2023, marcando el quinto año consecutivo con éxito de eclosión en el litoral regional. En 2019 y 2020 se registraron nacimientos de 21 y 46 tortugas bobas, respectivamente. Estas acciones se enmarcan en el Proyecto ‘Profundización en el Conocimiento de las Amenazas que Afectan a los Cetáceos y Tortugas Marina en la Región de Murcia’ (CAMEMMUR), apoyado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y financiado por la Unión Europea a través de fondos ‘Next Generation’.
Recorriendo el Mediterráneo
El seguimiento continuo de los ejemplares liberados ha revelado interesantes patrones de desplazamiento. La mayoría de las tortugas procedentes de la Región de Murcia se ubican en el entorno del archipiélago balear. Algunas, incluso, llegan a recorrer más de mil kilómetros, alcanzando las costas del sur de Italia y el litoral tunecino, según un estudio de la revista Global Ecology and Conservation (2020) que analiza patrones migratorios de tortugas marinas en el Mediterráneo occidental.
Las tortugas en la Región:
- Ejemplares liberados hoy: 30 tortugas boba.
- Total de liberaciones en la década: 191 ejemplares (254 proyectados para fin de verano).
- Origen: Nido de playa Ensenada del Esparto (La Manga), eclosionado el 23 de julio de 2024.
- Éxito de eclosión del nido: 95% (93 tortugas de 101 huevos).
- Período de cría en cautividad: 10 meses.
- Años consecutivos de nacimientos en el litoral: 5.
- Colaboradores: 11 asociaciones de ‘Territorio Tortuga’, Protección Civil, Imida, Oceanogràfic, Palma Acuarium, CRAM.
¿Por qué te puede interesar?
La liberación de tortugas bobas en La Manga no solo es una noticia de conservación ambiental. Refleja el compromiso con la biodiversidad y el éxito de programas que combinan la acción ciudadana, la investigación científica y la colaboración interinstitucional. Estos esfuerzos contribuyen directamente a la recuperación de una especie protegida y refuerzan la conciencia en la protección del medio marino.