La Torre de San Miguel y los molinos de sal de Veneziola ya no están solo en el recuerdo. Ahora caben en un bolsillo. La Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de San Javier ha lanzado una recreación en realidad aumentada de estos dos enclaves históricos de La Manga del Mar Menor. Basta un móvil, una superficie plana y algo de curiosidad.
Turismo con gafas digitales
La concejal de Turismo y Playas, Estíbaliz Masegosa, explicó que el proyecto permite “revivir desde el teléfono una recreación histórica en 3D, tanto por dentro como por fuera”. La experiencia se activa desde la plataforma Cultuar, accesible desde la web municipal. También se podrá escanear un código QR en el lugar. El usuario verá cómo eran los molinos, cómo se extraía la sal y qué papel jugaban en la economía local.
Tecnología con fondo europeo
La actuación forma parte del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino y está financiada con fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Se enmarca en el Eje 4 de Competitividad, dentro del proyecto ‘Implantación de Destino Turístico Inteligente’. La empresa Arvisión ha desarrollado el contenido. Su director, Juan Antonio Franco, explicó que “la clave está en que el usuario no solo vea, sino que entienda”.
Una torre defensiva en La Manga para avistar piratas
La torre se levantó en el siglo XVI en un montículo rocoso junto a la Gola Mayor, el canal que conecta el Mar Menor con el Mediterráneo. Este punto era frecuentado por embarcaciones fenicias, griegas y romanas, y más tarde por piratas berberiscos que asolaban la costa murciana.
Mandato real
En 1574, el rey Felipe II ordenó su construcción tras recibir informes del virrey Vespasiano de Gonzaga, quien consideraba que “la torre del Estacio es más importante que la del Pinatar” por su capacidad para impedir el abastecimiento de los enemigos. A pesar de la urgencia, las disputas entre los concejos de Murcia y Cartagena y la falta de fondos retrasaron su edificación hasta 16012.
Arquitectura y uso militar
La torre tenía tres cuerpos, un aljibe abovedado y estaba armada con dos cañones de calibre 12. Su guarnición habitual era de un alcaide y cuatro torreros, reforzados en tiempos de guerra con seis soldados y dos artilleros. No se usaron materiales locales, ya que la piedra de La Manga era demasiado blanda; se optó por piedra del camino entre San Ginés y Orihuela.
Decadencia y transformación
En 1861 se aprobó la construcción de un faro en su emplazamiento. La torre fue derribada y sus materiales reutilizados. El faro del Estacio se encendió por primera vez en noviembre de 1862.
Esto y más puedes aprender con el clon en 3D de la torre de San Miguel del Estacio.
Y recuerda que…
«Lo que no se muestra, se olvida, como dijo el escritor Umberto Eco.
¿Por qué te puede interesar?
Porque el turismo ya no solo se camina, también se navega con el dedo. Porque conocer el pasado ayuda a entender el presente. Y porque, ya que hemos perdido parte del patrimonio histórico, merece la pena conocerlo.