«Antes del verano ni se sacará tierra, ni se moverá tierra», prometió la alcaldesa, Visitación Martínez, el pasado abril cuando los vecinos y hosteleros protestaron, pancarta en mano, en la puerta del Ayuntamiento por el inicio de las obras del tanque de tormentas justo en el inicio de la campaña turística. Las excavadoras han iniciado sin embargo el vaciado de la parcela de 700 metros cuadrados donde se habilitará el depósito para recoger las aguas de lluvia. Los hosteleros se quejan de los ruidos, la suciedad y el descenso de clientes coincidiendo con las obras en la explanada de Lo Pagán, justo el centro de la zona turística.
«Ya protestamos el pasado abril, pero de nada nos sirvió», explica un hostelero de Lo Pagán. Creen que una parte de la clientela se ha marchado hacia otras zonas en busca de terrazas sin ruidos ni polvo de obra. Según el compromiso del Ayuntamiento, las máquinas pararán el 30 de junio, para reanudar las obras el 1 de septiembre. Durante julio y agosto no avanzarán los trabajos, para evitar molestias a los turistas, pero el centro de la explanada permanecerá vallado e inaccesible.