Políticamente incorrecto

Antonio López Alemán

«Politicamente incorrecto» Así se definía uno de los ponentes en la 1ª Jornada CEI que se celebró este pasado sábado en el Centro Cívico Parque Almansa de San Javier. De un modo realmente distendido,no tuvo reparos en poner de vuelta y media a toda la sociedad educativa:Padres,profesores, alumnos y Administraciones Públicas. Lo más lamentable del asunto es que tenía razón.

Cuando todos, y recalco la palabra «TODOS», sabemos prioritario el aportar soluciones a los distintos problemas que afectan a la educación de nuestros hijos,de manera que  estos puedan construirse un futuro que les aporte felicidad y sustento(algo básico y fundamental para garantizar la estabilidad social y económica de un país), pues entonces lo único que aparentemente predomina es el enfrentamiento entre los distintos pilares de dicha sociedad, que están sin capacidad real de dialogo con tal de ver en el otro la culpabilidad del fracaso escolar y los puestos que España ocupa en los distintos informes tipo PISA. Cuando esto ocurre, nos merecemos las más duras críticas y los peores reproches.

Nos habló de la Inexistencia de Libertad de Cátedra, intromisión de los padres en el desarrollo de la tarea educativa de los docentes, exceso de tareas escolares para cumplir con el currículo/programa establecido, carencia de apoyos eficientes a la docencia, incumplimiento de ratio escolar, la implantación de la ESO (que aboca a niñ@s de once años a un territorio hostil con chic@s de entre 18-19 años), omisión de valores y principios educativos por parte de profesores,padres y alumnos… y así hasta  exponer sin pelos en la lengua, un largo listado de problemas varios que de un modo u otro afectan a la tan deseada «calidad educativa» que todos perseguimos para nuestros hijos.

Pero el peor reproche nos llegó cuando de una manera dura pero cierta, nos puso la realidad en la cara: «Los españoles denunciamos en los bares» Triste pero cierto.Nos quejamos y pataleamos pero sin ir más allá.Sólo un pequeño porcentaje de la sociedad educativa se implica y cuando lo hace,lo que normalmente obtiene es la exigencia de efectividad por parte de quienes se han mantenido a un lado.

Queremos lo mejor pero no damos un paso al frente.

Si realmente deseamos una educación de calidad consensuada y eficiente que tenga más logros que fracasos, entonces quizá haya llegado el tiempo de darlo, y si no, con absoluta certeza,deberemos atenernos a las consecuencias

 

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