Los Alcázares celebra sus 34 años de independencia con baños salados y calderos

Dos hombres preparan el típico caldero del Mar Menor

Un hoyo en la arena, unas ramitas de olivo incandescentes y un buen trípode de cañas para sostener la olla de hierro fundido que humeará con el caldo de pescados del Mar Menor, a poder ser mújol, dorada y lubina, con esa sustancia encarnada que le da la ñora para enternecer un arroz que, si ha contado con cariño, paciencia y el toque maestro de los pescadores veteranos, concentra una intensidad de sabores que hacen saltarse las lágrimas al mejor gourmet. Es la receta de la indepencia de Los Alcázares, que alcanza ya sus 34 años.

 

Los vecinos de Los Alcázares han vuelto hoy, jueves, 12 de octubre, a contar con el sol como aliado para su fiesta grande. En la víspera de la conmemoración de la segregación municipal de San Javier y Torre Pacheco, nunca faltan a la llamada del Mar Menor. En su orilla cada año regresan a disfrutar de una jornada playera para elaborar los típicos calderos y compartirlos en familia.

Más peñas que nunca volvieron a clavar los trípodes para preparar la receta marinera. Peñas de siempre, como La Pantasana, La Cranca Pelúa, La Caracola o la Citora de Gaby, compartieron espacio con las más jóvenes, que se inclinaron por las barbacoas y los tambalillos con sillones para apurar el día de sol.

El paseo marítimo volvió hoy a mostrar una imagen más propia de agosto, con cientos de visitantes a lo largo de los 5 kilómetros de costa alcazareña, y las terrazas a rebosar de los chiringuitos y bares. Una disco móvil animó con decibelios desde la playa de las pescaderías, donde los más pequeños aprovecharon el pantalán para practicar sus saltos al agua. Por la tarde, la fiesta de la espuma ha vuelto a reunir a los más jóvenes.

La peña La citora de Gaby, que cuenta entre sus filas con larga sabiduría gastronómica en cuestión de arroces y calderos.

La peña La Cranca Pelúa dando el toque de sal al caldo humeante de pescado.

Aunque muchos intervienen en el resultado final, siempre hay uno que está pendiente del punto exacto del arroz.

Hilera de calderos, esta misma mañana, en la playa de las Pescaderías.