El Ayuntamiento subasta siete naves de Polaris para recuperar una deuda de 1.5 millones

No pocas propiedades tendría que vender el Ayuntamiento de Torre Pacheco para resarcirse del agujero que le dejó el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. En los dominios territoriales del holding empresarial Polaris World, que fue la estrella refulgente del despegue inmobiliario y posterior símbolo de la quiebra que hizo añicos el sector, los flacos sueltos de la crisis impactaron contra la administración local en forma de tasas e impuestos impagados.

En la liquidación económica de 2016, «hay un saldo de dudoso cobro de más de 24 millones de euros», afirma el concejal de Hacienda y Patrimonio, Carlos López. Si bien las arcas municipales han cobrado en los últimos años contribuciones pendientes de viviendas vacías de las que absorbieron los grupos bancarios y la Sareb, aún le quedan agujeros que han dificultado en los últimos años la prestación de los servicios públicos y la financiación de infraestructuras.

Para recuperar parte de la deuda que dejó la crisis inmobiliaria en las cuentas públicas, el Ayuntamiento inicia este año una serie de subastas de bienes inmuebles que fueron de las empresas deudoras y que les sirvieron de aval de cara a sus pasivos con el Consistorio. En febrero está prevista la subasta de propiedades de una de las empresas filiales de Construcciones Torre Pacheco, la mercantil de Facundo Armero. El promotor continuó con la constructora en 2006, cuando se separó de Pedro García Meroño, a quien vendió el 48% de su participación en Polaris World por unos 300 millones de euros.

Del grupo emprensarial Polaris, que levantó siete ‘resorts’ en la Región, principalmente en el entorno del Mar Menor -Mar Menor Golf Resort, La Torre Golf Resort, El Valle Golf Resort, Hacienda Riquelme, Condado de Alhama, La Loma Golf Resort, Las Terrazas-, el Ayuntamiento se ha quedado siete parcelas que ya tienen fecha de subasta: el 2 de marzo a las 9,30 horas en el Consistorio.

El Gobierno local espera recaudar casi 1,2 millones de euros por las parcelas, una de ellas valorada en 186.375 euros, otra en 178.125 euros y el resto en 166.400 euros según las tasaciones realizadas por la firma Tinsa.

De la primera fecha prevista para la subasta, el 12 de enero, a la nueva citación, ha cambiado la situación legal de las parcelas, que ya no se encuentran gravadas por el derecho de arrendamiento que tenían antes a favor de la empresa de muebles Talasur. «Polaris nos ha comunicado que ha finalizado el contrato de alquiler con esa empresa, que además ha renunciado al derecho de adquisición preferente de las naves», explica López. La modificación del anuncio de la subasta fue publicada ayer, 11 de enero, en el Boletín Oficial de la Región de Murcia con la eliminación del derecho que antes ejercía Talasur.

Las naves fueron la garantía que puso Polaris para hacer frente a la deuda pendiente de 1,5 millones en concepto de recibos impagados del Impuesto de Construcciones y Obras del año 2009. Con la venta, el Ayuntamiento espera cubrir parte del pasivo que el antiguo holding inmobiliario tiene con la administración local, aunque se encuentre aún lejos de liquidar el importe total de las deudas que aún tiene pendiente con el Ayuntamiento, una cifra que los responsables locales eluden concretar por la protección legal que ampara a la mercantil.

«Hubiésemos podido recuperar más del dinero de todos los vecinos, pero en este Ayuntamiento ha habido dejación de funciones y nos ha impedido ejercer los derechos municipales pues han pasado otros acreedores por delante», denuncia el concejal. El orden de prioridad en el cobro, así como una supuesta demora en la reclamación legal, han sido determinantes en el caso de la liquidación de los activos de Polaris, sobre todo cuando la autoridad judicial estimó un patrimonio insificiente para hacer frente a una deuda de unos 350 millones de euros.

López cree que la subasta de las siete naves servirá de revulsivo a la economía del Ayuntamiento y que la venta será un mero trámite, ya que varios interesados han solicitado información sobre los inmuebles. «Se encuentran bien comunicados, en el polígono industrial de Balsicas, al pie de la autovía del Mar Menor y en el punto medio entre los dos aeropuertos, el actual de San Javier y el futuro de Corvera», afirma López.