Los amigos del joven decapitado en La Manga en un accidente lo identifican por los tatuajes

Poco se conocía de él cuando la Policía terminó de formalizar las primera diligencias del accidente mortal que dejó a J.L.D, de 26 años, con el cuerpo aplastado y el craneo seccionado sobre el asfalto de la Gran Vía de La Manga en la madrugada del pasado domingo. Unos tatuajes, compuestos por unos nombres sueltos y una leyenda en una lengua antigua, han permitido saber su identidad.

 

La Policía local trata de dar respuestas a las preguntas que el joven fallecido dejó en un escenario dantesco en medio de una avenida que solo suele albergar silencio en las madrugadas de invierno. La matrícula polaca del coche de marca Mazda con el que el joven dio una vuelta de campana y quedó aplastado por el chasis, permitió tirar del hilo en las primeras horas, de modo que la Policía contactó con la Embajada de Polonia. A la Policía polaca le han enviado las huellas dactilares para confirmar la identidad que han dado los amigos de Jakub L.D., identificado al fin por sus tatuajes.

Los compatriotas del joven aseguran que vivía con ellos al norte de La Manga desde que llegó de vacaciones el pasado verano. Ahora buscaba trabajo para quedarse en esta zona costera. Habría sido difícil saber quién era realmente el joven que perdió la vida de forma tan brusca. Cuando circulaba por la Gran Vía a las cinco de la madrugada del domingo, no llevaba cinturón de seguridad, de modo que su cuerpo salió expulsado por la ventanilla, que estaba abierta, y su cabeza destrozada. El impacto le arrancó la mitad del craneo. La escena impresionó a los propios agentes que atendieron el suceso a una llamada de un vecino de la urbanización Eurovosa.

El joven no tenía antecedentes penales y tampoco se ha podido confirmar que condujera a una velocidad elevada. Los especialistas lo investigan ahora por la potencia del impacto. La autopsia demostrará si había consumido alcohol u otras sustancias.