El estilo ecléctico de Mike Scott tiene una inigualable ventaja: siempre habrá una canción que te guste en su repertorio. Si te va su estilo psicodélico a lo Bowie, te encantará ‘Where the action is’, de su último álbum. Si es su gusto literario, puedes rebuscar en uno de sus clásicos, ‘The stolen child’ con los versos de Yeats, o bien algunos de los poemas musicados de su último disco. ¿Tocara en San Javier alguno de nuestros temas favoritos? ¿Te va más su época eléctrica o su fase irlandesa?
Alexia Salas. Si me dejaran meter el lápiz en el setlist del concierto de The Waterboys iba a cebarme con su época de folk irlandés de finales de los ochenta, lo reconozco. Aquellos temas de cuando Mike Scott se hartó de los sintetizadores y la ampulosidad de su ‘Big Sound’ y, desencantado del Thatcherismo y de la desesperación que provocó en los jóvenes y en la clase baja -¿os suena de algo?- se fue a vivir a Irlanda. ‘Fisherman´s blues’, con su aire de fiesta en el granero, de jaleo tabernario, con las acometidas de violín, es uno de los clásicos del folk celta con su aire de camaradería nocturna. De hecho, los chicos de Scott lo grabaron en gran parte de forma improvisada. Cuando suene en el auditorio Parque Almansa, no hay más que seguirles la fiesta como si acabáramos de cumplir con la dura jornada de trabajo en la granja o en el muelle. Y disfrutarla.
Todas aquellas canciones con influencia de Van Morrison y de The Beatles encierran la frescura, el ritmo animoso y el sonido orgánico de una época creativa. Me consuela que años después Mike Scott compusiera un blues como ‘Nashville. Tenesse’, que demostraba el apego a los sonidos genuinos, sin haberse encerrado en categorías, para así poder experimentar con el soul, el pop, las baladas, el rock épico y hasta el hip hop.
Supongo que los nuevos Waterboys, entre los que quedan el alma Mike Scott y el violinista Steve Wickham, elegirán un repertorio ecléctico, con canciones de su último álbum, ‘Where the action is’ y algunos clásicos. Pondré una vela a San Andrés, patrón de Escocia, para que su famoso compositor saque del baúl aquella divina ‘And a bang on the ear’, que habla de los primeros amores, grabada junto a una chimenea en una mansión en la costa de Galway.
Prestad atención a ‘In my time on earth’, que es la queja del hombre moderno, esa inquietud de la que resurge una balada sincera, por tramos casi susurrada, y con espíritu optimista. Me recuerda al tono de ‘This is the sea’, aunque aquella tenía el tono épico y resonante de la primera época de los chicos del agua.
A disfrutar del primer concierto de Jazz San Javier, porque como dijo Mike Scott en una de sus canciones…’morning come too soon’.
Anna Luna, sobre el escenario de la plaza de España el sábado por la noche, en uno de los cuatro conciertos gratuitos de Jazz San Javier.
Como antesala de la noche tocará el guitarrista cartagenero Fernando Rubio, cuyo disco ‘Cheap chinese guitar’, una alegría de blues, country, rock y soul. Si mantienen los párpados en ‘off’ podrán viajar a los campos del sur a lomos del sonido americano, sorprendentemente genuino, de Fernando Rubio.
El primer fin de semana de Jazz San Javier continúa el sábado en la calle. En la plaza de España sonarán los temas en español, inglés y portugués de Anna Luna, acompañada por una banda de cinco músicos en la que destaca el pianista Jaume Vilaseca. La barcelonesa es otra trampa para los oídos, ya su tonalidad brasileña evoca voces de la memoria bossa nova. Será el primero de los cuatro conciertos gratuitos de Jazz San Javier y de la lista de cantantes femeninas que tienen siempre su hueco en el programa de julio.
JAZZ SAN JAVIER
Viernes, 28 de junio. 21,30 horas.
Fernando Rubio & The Inner Demons
The Waterboys
Entradas a 40 euros