La relajación de las medidas restrictivas ha tenido este fin de semana el esperado ‘boom’ de la hostelería. A pesar del temporal de viento que ha azotado la costa del Mar Menor, numerosas familias han llenado las terrazas de bares y restaurantes a lo largo del litoral. Los hosteleros esperan que esta afluencia de público se mantenga para resarcir las pérdidas pasadas con una buena primavera.
Resultaba difícil hallar una mesa en una de las terrazas instaladas en torno a la costa del Mar Menor durante el fin de semana. Con la repaertura de la hostelería, este fin de semana ha supuesto el tiro de salida hacia una temporada media que pinta positiva para el sector, ya que las duras medidas de confinamiento de los últimos meses han despertado las ganas de disfrutar de la amplia oferta gastronómica al aire libre que ofrece la comarca costera.
La Policía local ha estado presente a lo largo del paseo marítimo, con el fin de evitar aglomeraciones que puedan poner en peligro el paulatino descenso de contagios al final de la tercera ola. Del cumplimiento de las medidas de protección -mesas distanciadas y solo con convivientes más una persona no conviviente- depende que no vuelvan los cierres de negocios y que la campaña de primavera se desarrolle con la mayor normalidad posible.
Todas las mesas ocupadas en uno de los chiringuitos del paseo Colón de Santiago de la Ribera.