La corrosión del hierro prolonga la rehabilitación del edificio Sol y Mar de La Ribera

Edificio Sol y Mar, en La Ribera, en obras

El edificio Sol y Mar, de 15 plantas, una de las torres que se alzan en primera línea de Santiago de la Ribera, ha acusado los problemas de su privilegiada situación frente al Mar Menor. El óxido de los hierros que sostienen las terrazas ha obligado al Ayuntamiento a prohibir el uso de las zonas exteriores. 

 

«La estructura del edifico es segura», afirman desde la Concejalía de Urbanismo de San Javier. El problema es la corrosión de las vigas de hierro que sostienen los voladizos de las terrazas, que ha obligado a cambiar estas piezas por otras nuevas. Se ha instalado una malla para evitar la caída de cascotes y se ha acordonado el entorno del edificio de los años sesenta. 

La torre de 35 viviendas fue concebida por el arquitecto Fernando Garrido Rodríguez. El jienense obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura en 1968 por su proyecto para la Escuela de Artes y Oficios de Algeciras. Proyectó viviendas en La Florida (Madrid), en Palma de Mallorca y en La Manga del Mar Menor. 

Durante muchos años, en los bajos de la torre funcionó la heladería Rosalía, que se convirtió en un lugar de encuentro durante los veranos. Después han sido varias las marcas heladeras que han reactivado el negocio en el local, hasta el inicio de las obras de rehabilitación del edificio, que se prolonga ya durante tres años.