«Saco la mano por la ventana y toco los limoneros del solar donde quieren construir la planta de biometano», explica Tamara Romero, una de las vecinas de Las Victorianas, un diseminado de 8 viviendas que se encuentran justo al lado del terreno elegido por Enagás para su fábrica gasística.
Si el proyecto de la planta de biometano en San Javier despierta recelos entre los vecinos de El Mirador y alrededores, el temor es aún mayor entre las 8 familias que viven en Las Victorianas. «Llevo 20 años viviendo allí, aunque la propiedad pertenece a nuestras familias desde hace más de 50 años», cuenta Tamara Romero.
Le preocupan la calidad del aire que respirarán cuando esté en funcionamiento la planta de biometano. Sabe que cerca de su puerta pasarán unos 70 camiones diarios con restos agrícolas y ganaderos, según consta en el proyecto realizado por Enagás Renovables.
A Tamara le extraña además que «nadie ha venido a consultarnos ni a informarnos de que al lado de nuestras casas planean construir una planta de biometano». Los mismos temores siente Carmen María Sáez y su familia. «Mi madre sufre de asma y no queremos que su salud empeore», cuenta.
A María Urrea, otra de las vecinas que viven en Las Victorianas desde hace más de tres décadas, le quita el sueño que la planta acabe con la tranquilidad del entorno. «Llevamos aquí toda la vida y no podemos permitir que lo estropeen», dice María. «no tenemos posibles para irnos a otro sitio«, cuenta la vecina, que perdió hace cuatro meses a su marido y, ya con algunos achaques, no se esperaba tener que emprender una lucha para proteger su hogar.
A Antonio Carrillo, también propietario de una de las viviendas colindantes con el terreno donde proyectan la planta de biometano, le preocupa que a pocos metros, al otro lado de la carretera, funciona una gasolinera. «No creo que sea bueno poner una planta donde puede haber escapes o explosiones junto a una gasolinera, al lado de nuestras casas», explica Antonio.
Los vecinos del entorno ya han comenzado a movilizarse contra el proyecto. Han convocado una manifestación para el próximo domingo, 15 de diciembre, a las 12 de la mañana frente al Ayuntamiento de San Javier.
El proyecto está aún en trámite de aprobación ambiental en la Comunidad Autónoma. Ante la respuesta vecinal, el alcalde, José Miguel Luengo, exigió ayer a la empresa que rectifique el proyecto para que la planta no utilice purines para la producción de biometano. También ha ampliado el plazo de alegaciones hasta el 29 de enero.