Un residuo de plástico tirado despreocupadamente al suelo o al mar puede ocasionar daños graves a la fauna marina. La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) ha encontrado una anguila dañada con cicatrices, ocasionadas por una arandela de plástico de las que incorporan las bebidas.
Algunos animales marinos ingieren esos desechos plásticos que los humanos arrojan en cualquier sitio y terminan en los mares. Cuando el plástico entra en su organismo, puede que termine ocasionándoles la muerte, o si sobrevive, puede que acabe en las redes de pesca y después en nuestro plato, de manera que terminamos comiendo parte de la ‘basuraleza’.
La anguila europea es un pez migrador que realiza una importante parte de su vida en medios fluviales y humedales litorales como estuarios y lagunas. Esta especie se considera en peligro crítico de extinción debido a la alteración y fragmentación de su hábitat y la sobreexplotación de sus poblaciones, pero también se ve afectada por los productos tóxicos que llegan a los cauces, las especies exóticas invasoras, o la proliferación de residuos.
La arandela estrangulaba el cuerpo de la anguila del Mar Menor.
Los residuos pueden ocasionar diferentes efectos para la flora y la fauna, incluyendo contaminación, incendios o la muerte de algunos animales, recuerda ANSE. Estos residuos pueden proceder del vertido deliberado (alguien lo tira cuando va al campo o la playa), pero también de una incorrecta gestión, ya que pueden escapar de papeleras, contenedores o vertederos, especialmente los días ventosos o tras lluvias.
Finalmente, se degradarán en el suelo o llegarán a cauces y al mar, y la mayoría se degradarán en pequeños fragmentos, pero tardarán varios siglos en desaparecer. Estudios muestran la presencia de microplásticos en todos los ecosistemas y continentes, y también en los aparatos digestivos de diferentes animales y humanos. Por ello, se debe priorizar reducir el uso de los envases desechables y elementos de un solo uso.
El seguimiento de anguila europea se realiza en el marco de una colaboración con WWF España con el fin de mejorar el conocimiento sobre los recursos de pesquerías tradicionales y de pequeña escala en el litoral del Sureste Ibérico y el estudio sobre los residuos en medios marinos y fluviales se realiza en el marco del Programa Libera.