El primer filtro verde del Mar Menor se reduce y sigue sin fecha de ejecución

Primero fueron 40 hectáreas. Después 18 hectáreas, aunque parece que finalmente el primer filtro verde del entorno del Mar Menor se quedará en 9 hectáreas. Su ejecución, que queda pendiente aún del análisis por el Comité Científico para la posterior redacción del proyecto, se retrasa de nuevo sin fecha.

 

Hace ya un año -en enero de 2017- ya se publicaba la noticia de que el humedal que debería tratar los caudales cargados de nitratos que llegan hacia la laguna, se retrasaba, aunque estaría terminado para final de año. Es decir, el año 2017 que ya ha finalizado.

El inicio de 2018 suena en los mismos términos en cuanto al plan de recuperación de la laguna. Una de las principales medidas para frenar la contaminación del Mar Menor se retrasa de nuevo sin fecha y, de momento, solo se conoce la previsión de la Comunidad Autónoma para reducirlo a 9 hectáreas, lo que equivale a un tamaño casi diez veces menor que el proyecto inicial y la mitad de la última reducción. El filtro, a falta de que se haga realidad, ya ha menguado varias veces.

 Este tipo de humedal artificial tiene como objetivo evitar la llegada de agua superficial con alta concentración de nutrientes o con contaminación de cualquier tipo a la laguna. ¿Por qué no hacerlo, por tanto, del mayor tamaño para asegurar una depuración natural de las escorrentías en su principal cauce de llegada, el Albujón? Pues, según la Comunidad Autónoma, porque «los volúmenes de agua que discurren por la rambla del Albujón, así como su composición, han variado sustancialmente desde las medidas de ‘vertido cero‘ adoptadas por la Confederación Hodrográfica del Segura en el verano de 2016″. Las denuncias realizadas por los grupos ecologistas y científicos han dejado constancia de que, a diferencia del argumento que esgrime la Comunidad para reducir el filtro verde, sí continúan los vertidos, lejos de que el ‘vertido cero’ sea una realidad.

Si bien el caudal se ha podido reducir, también es cierto que cualquier aumento puntual -a causa de unas lluvias o de un vertido accidental- encontraría de nuevo la vía libre hacia el Mar Menor sin encontrar a su paso un filtro verde que retenga los componentes tóxicos.

La Comunidad ya tiene, sin embargo, claro que la superficie del humedal se reducirá a 9 hectáreas junto a la desembocadora de la rambla del Albujón. Esta primer humedal artificial estará planificado para un caudal aproximado de 60 litros por segundo y debe incluir la obtención de agua, previa autorización de la CHS, para garantizar el caudal mínimo de supervivencia tanto de las bacterias como de la propia vegetación que ayuden a contener y adsorber los nutrientes o algún tipo de contaminación que pueda arrastrar el agua.

“El diseño de esta infraestructura será analizado y estudiado por los miembros del grupo de trabajo constituido dentro del Comité de Asesoramiento Científico para que puedan hacer todas las aportaciones que consideren con el objetivo de intentar disponer de un documento que dé solución a la llegada de agua en superficie al Mar Menor”, aseguró el director general del Mar Menor, Antonio Luengo.

Una vez avanzado este proyecto, se abordará su posible ampliación, si se considera necesario por los expertos, así como la ubicación de otros humedales artificiales en el Campo de Cartagena que constituyan una red de depuración natural de las aguas superficiales.

No hay fecha aún para ese debate sobre el filtro verde por parte de los 42 integrantes del Comité Científico, que ya han manifestado en diversas ocasiones sus opiniones encontradas, como sucedió con el proyecto de la Comunidad para dragar las golas en contra de la opinión de un grupo de científicos.