El sur del Mar Menor entra en anoxia tras la DANA: la fauna huye del fondo en busca de oxígeno

Cadena sumergida en el Mar Menor con fauna buscando oxígeno
La fauna del Mar Menor busca oxígeno tras la anoxia causada por la DANA.

“Se han detectado comportamientos anómalos en peces y crustáceos por la falta de oxígeno”, alerta el informe del Proyecto BELICH, que monitorea el ecosistema a tiempo real. El último informe, con datos actualizados hasta ayer, viernes, 24 de octubre, a las 14 horas, revela la gravedad de las consecuencias de la dana.

El fondo del Mar Menor se ha quedado sin aliento. La DANA Alice ha dejado una secuela invisible pero letal en la laguna: una capa de agua sin oxígeno en la zona sur, que ha obligado a peces y crustáceos a escapar hacia la superficie. Así lo confirma el último informe del sistema de monitorización oceanográfica BELICH, coordinado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), que alerta de una situación de anoxia localizada entre la isla del Barón y la isla del Ciervo.

Oxígeno cero en el fondo Desde el 19 de octubre, los sensores submarinos han registrado concentraciones de oxígeno por debajo de 2 mg/l en el fondo, un umbral que ya puede provocar estrés y mortalidad en organismos marinos. El 23 de octubre, buceadores del equipo científico observaron quisquillas, signátidos y tordos trepando por la cadena de una boya oceanográfica para huir del agua anóxica. “Es un comportamiento que ya vimos en 2019, antes de los episodios de mortandad masiva”, señala el informe.

Una capa estancada y sin mezcla La causa es una estratificación termohalina: una capa superficial de agua más dulce y fría, procedente de las lluvias torrenciales, que impide la mezcla con las capas profundas. Esta barrera física ha aislado el oxígeno del fondo, donde la descomposición de materia orgánica ha consumido el poco que quedaba. Según el informe, la zona sur mantiene esta estructura desde el 14 de octubre, con una leve tendencia a reducirse en espesor, aunque sin signos claros de recuperación.

Clorofila y turbidez: señales de un bloom El informe también detecta un pico de clorofila-a el 16 de octubre, con valores de hasta 16 mg/m³ en el centro y sur de la laguna, similares a los registrados en los blooms de 2016 y 2019. Aunque la concentración ha disminuido desde entonces, sigue por encima de los niveles normales. La turbidez también ha repuntado en la zona sur, lo que reduce la luz que llega al fondo y compromete la supervivencia de la vegetación bentónica.

Modelos y vigilancia activa El modelo físico Symphonie, alimentado con datos de AEMET y SOCIB, ha simulado la entrada de agua dulce desde tierra firme tras la DANA. Los resultados coinciden con los patrones observados por los sensores. El equipo científico del proyecto BELICH mantiene un gabinete de crisis activo y continúa recogiendo muestras para evaluar la evolución del ecosistema.

Lo esencial:

– Fecha del informe: 24 de octubre de 2025

– Zona afectada: sur del Mar Menor (entre isla del Barón e isla del Ciervo)

– Oxígeno disuelto en el fondo: 0 mg/l (anoxia)

– Clorofila-a: hasta 16 mg/m³ el 16 de octubre

– Proyecto: BELICH (IEO-CSIC, CEBAS-CSIC, Tragsa), financiado por NextGenerationEU

– Fuente: Informe ejecutivo de emergencia del sistema de monitorización del Mar Menor

No olvidemos que: “Lo que le hacemos a la naturaleza, nos lo hacemos a nosotros mismos», dijo el científico David Suzuki

¿Por qué te puede interesar? Porque el Mar Menor no es solo un paisaje: es un termómetro ecológico. Lo que ocurre bajo su superficie afecta a la pesca, al turismo, a la salud del entorno y a la vida cotidiana de quienes viven junto a sus orillas. Entender lo que está pasando es el primer paso para exigir soluciones.