La ova disminuye un 80% en el Mar Menor pero su retirada costará 24 millones de euros en tres años

Dos operarios recogen ova en la orilla de Santiago de la Ribera

Las algas flotantes disminuyen en el Mar Menor. De las 28.000 toneladas que se recogieron en 2022, el año de la gran eclosióm verde en superficie, ha pasado a unas 8.000 toneladas el pasado año y, en los primeros cinco meses de 2024 el balance de la recogida no supera las 2.800 toneladas. A pesar del descenso, la Comunidad Autónoma gastará más en su retirada: 24 millones de euros en tres años. 

El descenso de biomasa no deja de ser un síntoma positivo, ya que estas algas flotante, como la Cladophora o la Enteromorpha, proliferan en aguas contaminadas por exceso de nutrientes. Su erradicación pasa por reducir la causa, es decir, la entrada de nutrientes en el Mar Menor y la actividad que los genera. 

Cuando en 2022 grandes superficies del Mar Menor se fueron cubriendo con estos restos vegetales, la Comunidad Autónoma y los ayuntamientos costeros iniciaron una operación limpieza, con el fin de evitar que la capa de algas se pudriera al sol y se depositaran en los fondos junto con los nitratos y demás nutrientes que habían abosrbido. 

El consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, ha anunciado la continuación de los trabajos de extracción de ova este año durante 9 meses a cargo de la empresa estatal Tragsa por motivos de urgencia por un importe de 8 millones de euros. Para los próximos dos años, la Comunidad lo contratará a una empresa privada por licitación pública con un presupuestos de 16 millones de euros. «Es una actividad constatada por el Comité Científico del Mar Menor, ha demostrado su eficacia y vamos a consolidarla para los próximos años», afirmó el consejero. 

Según Vázquez, el descenso de biomasa influirá en el precio final de la contrata. «Dependerá de la tendencia», afirma el consejero.