Las algas flotantes disminuyen en el Mar Menor. De las 28.000 toneladas que se recogieron en 2022, el año de la gran eclosióm verde en superficie, ha pasado a unas 8.000 toneladas el pasado año y, en los primeros cinco meses de 2024 el balance de la recogida no supera las 2.800 toneladas. A pesar del descenso, la Comunidad Autónoma gastará más en su retirada: 24 millones de euros en tres años.
El descenso de biomasa no deja de ser un síntoma positivo, ya que estas algas flotante, como la Cladophora o la Enteromorpha, proliferan en aguas contaminadas por exceso de nutrientes. Su erradicación pasa por reducir la causa, es decir, la entrada de nutrientes en el Mar Menor y la actividad que los genera.
Cuando en 2022 grandes superficies del Mar Menor se fueron cubriendo con estos restos vegetales, la Comunidad Autónoma y los ayuntamientos costeros iniciaron una operación limpieza, con el fin de evitar que la capa de algas se pudriera al sol y se depositaran en los fondos junto con los nitratos y demás nutrientes que habían abosrbido.
El consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, ha anunciado la continuación de los trabajos de extracción de ova este año durante 9 meses a cargo de la empresa estatal Tragsa por motivos de urgencia por un importe de 8 millones de euros. Para los próximos dos años, la Comunidad lo contratará a una empresa privada por licitación pública con un presupuestos de 16 millones de euros. «Es una actividad constatada por el Comité Científico del Mar Menor, ha demostrado su eficacia y vamos a consolidarla para los próximos años», afirmó el consejero.
Según Vázquez, el descenso de biomasa influirá en el precio final de la contrata. «Dependerá de la tendencia», afirma el consejero.