La primavera llega de golpe al Mar Menor con la salida de los niños

La primera salida de los menores a la calle, desde que hace seis semanas fueron confinados con sus familias por el Estado de Alerta por el coronavirus, declaró la llegada real de la primavera. Ni la subida de las temperaturas, ni la fecha oficial de cambio de estación lo había hecho posible como sucede cada año. Los más pequeños jugando al sol, corriendo por las playas y paseando con sus padres se convirtió en el mejor espectáculo desde que comenzó la epidemia. 

Bicicletas y patines volvieron a rodar por los paseos marítimos del Mar Menor. Las voces de los pequeños jugando al sol era ya una banda sonora que se echaba de menos en los entornos que suelen ocupar para sus juegos y carreras. Tras seis semanas de encierro, en las que han podido disfrutar de más tiempo con sus padres y de juegos domésticos, la salida controlada ha permitido recuperar la actividad física. Teníamos ganas de salir y ver a otros niños», contaba una pequeña que ayer rodaba en su patinete por el paseo marítimo de La Ribera.

A pesar de que las playas no se encuentran en su mejor momento, los niños y niñas se acercaron a pasear, juegar y correr por la arena, aunque con las necesarias distancias de seguridad. Las brigadas municipales no se han ocupado de acondicionarlas, ya que en las últimas semanas de picos en el Estado de Alerta no se ha considerado actividad esencial, por lo que aún se pueden ver los estragos de la última DANA. 

Padre e hijo en patines por el paseo marítimo de La Ribera. 

Una de las primeras misiones al salir del confinamiento: comprar cromos, chuches y tebeos. En su tienda de prensa de La Ribera, José atiende las peticiones de un niño. 

Dos niñas en bici siguen el recorrido de su madre frente a la playa de Santiago de la Ribera. 

Prisas por volver a descubrir el mundo tras el encierro de seis semanas. Una niña tira de su padre, mientras el hermano pedalea en su bici.