La primera ola de peces muertos enturbia el inicio de la campaña turística

Una bolsa con peces muertos en El Atalayón

Hoy, miércoles, ha amanecido de luto en el Mar Menor. Alrededor de 3 kilos de peces muertos aparecieron a primera hora de la mañana en la orilla del Atalayón, una franja de paseo marítimo con mirador, que se extiende formando una ensenada frente a la Ciudad del Aire. Un descenso del oxígeno en esa bolsa de agua ha provocado la mortandad, enturbiando el inicio de la campaña turística. 

 

Las advertencias realizadas por la comunidad científica sobre episodios más que posibles de anoxia en la laguna han derivado en la primera versión real. Las brigadas de operarios contratados para extraer la biomasa de la laguna han recogido los cuerpos muertos de zorros, gobios, chirretes y algunos cangrejos y quisquillas

Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han recogido muestras de agua para realizar su investigación. También han estado tomando muestras agentes medioambientales del IMIDA y de la Dirección General del Mar Menor. 

Un agente de la Guardia Civil observa la recogida de peces muertos en el Atalayón, en Santiago de la Ribera. 

Es la tercera vez que se produce un episodio de asfixia de peces por hipoxia -falta de oxígeno- en el Mar Menor, aunque sí ha resultado la menos grave. Durante la primera, el 12 de octubre de 2019, se recogieron tres toneladas de fauna marina en desconposición. En la segunda ocasión, el 16 de agosto de 2021, fue en la orilla sur, desde la Lengua de Vaca, en Los Nietos, a la playa de Puerto Bello, en La Manga. Se recogieron 5 toneladas de peces muertos. 

Este año las perspectivas no han mejorado. El descenso del nivel de oxígeno, debido a la explosión de algas y su descomposición con las altas temperaturas, va dejando bolsas de agua con hipoxia, que fuerzan a los peces a buscar aire fuera del agua y terminan muriendo.