Los vecinos de Euromanga se resisten a salir del edificio con riesgo de derrumbe en los balcones

El edificio Euromanga, situado en la urbanización Castillo de Mar de La Manga, será desalojado mañana martes, según el decreto municipal que ordena además la creación de un perímetro de seguridad de 20 metros alrededor del edificio debido al riesgo de desprendimiento de los balcones. Los vecinos se resisten a dejar el edificio, en el que actualmente se encuentran 8 familias, tres de ellas en alquiler turístico.

 Los vecinos no dan credibilidad al informe técnico y se resisten a dejar el edificio, en el que se encuentra un anciano  de avanzada edad entre los residentes. No creen que el riesgo de derrumbe de los balcones sea grave, a pesar de que justo enfrente se desprendieron el pasado diciembre cuatro balcones del edificio Mónaco, que fue construido en el mismo año, hace ya varias décadas.

Según el concejal de Urbanismo, Antonio Luengo, «fue la comunidad de propietarios la que puso de manifiesto al Ayuntamiento el estado de los balcones y adjuntó un informe técnico y un informe de un laboratorio de reconocido prestigio». «El arquitecto municipal recomienda el desalojo del edificio, por lo que se ha aprobado un decreto, sobre el que se ha informado el viernes pasado a los propietarios y a los moradores, es decir los que están en régimen de alquiler, ya que me preocupa la gente que duerme allí», explica Luengo.

El edil recuerda que el edificio Euromanga data del mismo año de construcción y está situado enfrente del edificio Mónaco, en la urbanización Castillo de Mar, del cual se desprendieron el pasado diciembre cuatro balcones. No provocaron heridos ya que nadie se encontraba en las inmediaciones. El responsable municipal asegura que «el arquitecto municipal recomienda crear un perímetro de seguridad de al menos 20 metros alrededor del inmueble al tiempo que se evita el paso de personas y vehículos».

El edil señala que los vecinos no le dan credibilidad al informe técnico y se niegan a salir del edificio a pesar de la orden municipal de precinto. «No vamos a jugar con la seguridad, así que mañana -por hoy- se desalojará y, si hay alguien que se resiste, informaremos al juzgado para que actúe en consecuencia», asegura el concejal, quien asegura que «Servicios Sociales estará ahí para realojar a quien no tenga posibilidades, siempre que carezca de recursos, y para atender a los ancianos afectados».

El paso siguiente deberá ser el arreglo del edificio por parte de la comunidad de propietarios. El Ayuntamiento le da un plazo de dos meses para que presente un certificado emitido por un técnico competente sobre la seguridad y estabilidad de la estructura de la edificación. El precinto del edificio se mantendrá al menos hasta que la Concejalía de Urbanismo reciba el informe. «Si la comunidad de propietarios no realiza las obras de refuerzo, las hará el Ayuntamiento y después se lo cobrará a la comunidad», afirma Luengo.