Un vertido de aguas fecales inunda La Gran Vía de La Manga por un fallo eléctrico

Un vertido de aguas fecales inundaron en la noche del sábado, 20 de agosto, la Gran Vía de La Manga, provocando dificultades en el tráfico y malos olores en todo el entorno de Castillo de Mar y la zona de ocio de El Zoco. La red de saneamiento se desbordó debido a un fallo eléctrico, ya que el Ayuntamiento de San Javier ha comprobado que no se produjo rotura alguna de tuberías ni del colector.

 

La incidencia se produjo entre los kilómetros 5 y 6 de La Manga en pleno fin de semana de agosto, punto álgido de la temporada turística. Los teléfonos de emergencias y de la Policía local no daban abasto a contestar llamadas de turistas y de hosteleros quejándose de los olores y la riada de aguas negras.

El Ayuntamiento de San Javier activó el protocolo de emergencia nada más conocer la situación, a las 20,44 horas, tras un aviso al 112 que alertaba del desbordamiento de una tapa de alcantarillado. La empresa responsable del mantenimiento acudió a la estación de bombeo para realizar las comprobaciones oportunas, con lo que pudieron descartar una avería, aunque detectaron que el interruptor diferencial que protege la alimentación de las boyas de nivel se encontraba disparado por un fallo eléctrico, lo que bloqueó el arranque automático de las bombas.

Con la reparación del fallo del interruptor, quedó restablecida la normalidad y el personal municipal realizó las últimas comprobaciones del sistema que, a las dos horas ya había recuperado du funcionamiento habitual.

Fuentes municipales insisten en destacar que este fallo lamentable ha sido ajeno al sistema interno de las estaciones de bombeo, en cuya renovación el Ayuntamiento lleva invertidos más de dos millones de euros. Los responsables municipales señalan que en los últimos años se ha mejorado además el mantenimiento con el nuevo contrato adjudicado recientemente a la empresa Aquambiente.

Como medida preventiva, se cerró el canal de paso de embarcaciones de Castillo de Mar, aunque no se trata de una zona abierta al baño. Vecinos de la zona que alertaron sobre el escape calificaron el incidente como «la puntilla que le faltaba al Mar Menor» en un verano marcado por la turbidez de las aguas debido a los vertidos contaminantes, principalmente de la rambla del Albujón.