Atracan con caretas de Halloween y pistolas una sala de juego

No era una broma de Halloween. Los cinco encapuchados con máscaras mostruosas que se presentaron ayer, sábado, 31 de octubre, cerca de la medianoche en el salón de juegos El Trébol de Los Narejos, no querían jugar, sino llevarse el dinero de una de las cajas de cambio que emplean los clientes para obtener monedas para apostar en las máquinas de azar. Al verlos disfrazados, los clientes pensaron que se trataba de unos amigos de fiesta y, al grito de «¡que nadie se mueva!», surgieron las primeras risas. Todo fue mostrar las pistolas, y la risa se heló.

 

Los atracadores les quitaron los móviles tanto al encargado como a los cuatro clientes que quedaban a última hora en el salón de juegos. Para demostrar que la orden de que todos permanecieran quietos era cierta, uno de los aslatantes dio una patada en el cristal que separa la entrada de la sala y la hizo añicos. Fue el único gesto de violencia, porque nadie sufrió daños. Los enmascarados se centraron en llevarse la caja del cambio y cargarla en el vehículo que tenían en la puerta en dirección contraria, para salir disparados hacia la rotonda de la avenida de la Libertad.

Nadie los ha vuelto a ver y, ni siquiera las cámaras de seguridad han recogido algo que pueda servir de pista, ya que la máscara los volvió irreconocibles. Tan solo la forma que tenían de hablar entre ellos, a veces en español y otras en árabe, ha revelado algo acerca de los asaltantes.