El agua del grifo aún no es apta ni para beber ni para preparar alimentos ni en Los Alcázares ni en San Javier, los dos municipios del Mar Menor más afectados por las riadas de barro que arrastró el temporal el pasado fin de semana. Las compañías que suministran a ambas poblaciones han hecho un llamamiento para que los vecinos no las empleen para el consumo humano hasta que los análisis demuestren la salubridad de las aguas.
Las fuertes lluvias de los últimos días y la crecida del caudal de las ramblas han alterado el estado de la infraestructura hidráulica de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla que suministra a los términos municipales de San Javier y Los Alcázares. La entrada de lodo en los depósitos ha aumentado la turbidez del caudal por encima de los criterios de calidad para el consumo humano.
Las compañías Hidrogea y Aqualia que suministran agua potable en San Javier y Los Alcázares respectivamente han pedido a los vecinos que no consuman agua del grifo ni para beber ni para comer ni para preparar alimentos, aunque sí puede emplearse para otros usos.
Los técnicos están realizando purgas del agua de la red para solucionar el problema aunque mientras perdure la situación, las compañías han informado de que aumentarán la frecuencia de los análisis periódicos del agua.
FOTO: una de las ramblas que desembocan en la orilla del Mar Menor en una imagen del pasado domingo con la crecida.
