El desastre organizativo de los centros escolares en Los Alcázares

Protesta de padres y alumnos en la puerta del instituto de Los Alcázares

ANTONIO ZAPATA. Cronista oficial de Los Alcázares. El desastre organizativo del inicio de curso que están viviendo los centros públicos de Los Alcázares ha puesto de manifiesto un problema grave y profundo. Un problema que va mucho más allá de una inaceptable mala planificación en la instalación de barracones o en el transporte público.

Los centros públicos de Los Alcázares están masificados. El Bienvenido Conejero cuenta con aulas prefabricadas desde hace años, el Petra Sánchez perdió sus espacios comunes, y el Alkazar ya cuenta con tres barracones, instalados en los dos últimos años. La situación en el IES Menárguez Costa es peor. Son nueve barracones instalados en un centro que acoge a más del doble del número de alumnos para el que fue construido.

No es un problema de 2023, ni siquiera de los últimos años. Es un problema que arrastramos desde hace décadas. Tampoco es un problema exclusivo de Los Alcázares. Otros municipios cercanos tienen problemas similares. Desde la Consejería de Educación llevan años dejando claro que su apuesta no es por la educación pública sino por la concertada. Y cuanto peor le vaya a los centros públicos, mejor le irá a los concertados no privados (esos que, sostenidos con fondos públicos y «cobrando» cuotas mensuales ilegales, disuaden a las rentas más bajas).

¿Cómo afrontar este problema para poder encontrar soluciones?

La competencia es autonómica, por tanto la responsabilidad está clara: Consejería de Educación de la Región de Murcia, sita en Avenida de la Fama de la capital murciana.

Para que la Consejería cumpla con su obligación y dote de recursos adecuados (un nuevo centro educativo público, nada de concertados que eludan su responsabilidad social) hay que reivindicar y protestar donde sea necesario. Aquí la labor de las AMPAS de los cuatro centros públicos es fundamental. Todas las reivindicaciones y protestas que vengan de los padres tendrán una fuerza enorme. 

El papel del Ayuntamiento de Los Alcázares es también fundamental. Puede y debe presionar en los lugares necesarios para ello y agilizar las gestiones necesarias. Pero debe dejar a los representantes de madres y padres que lleven la voz cantante en las protestas. De este modo evitará que sean identificadas con una propuesta de un partido político, sea el PSOE, ERC o Iniciativa por Mazarrón.

Si las AMPAS lideran las reivindicaciones -en un municipio donde los partidos de gobierno han sacado un 60% de los votos en las últimas elecciones autonómicas, – su voz será más clara, y quienes tengan que oírla no tendrán la excusa del juego partidista.

No será fácil, pero la comunidad educativa (la de los centros públicos) de Los Alcázares nunca ha estado tan unida como ahora, y de la unión nace la fuerza. Y el problema es tan grave como acuciante, pues la construcción del nuevo centro tardará unos años, y solo empezará una vez se estampe la firma.

Para lograr este objetivo somos muchos los ciudadanos (padres, abuelos, tíos, vecinos…) dispuestos a pelear por un futuro mejor para nuestros hij@s. Un futuro que pasa por una educación pública, solidaria, responsable con su entorno social, y de calidad. Y para eso necesita ser dotada de recursos suficientes. Es una responsabilidad compartida por todos; obremos en consecuencia.