El pregón de Rocamora abre las XVI Incursiones Berberiscas

Los piratas berberiscos deponen las armas y se dan a la fiesta. Mercado, teatro y espectáculo se dan cita en Los Alcázares desde el jueves hasta el próximo domingo, en una tradición que reúne cada año a más de cien mil personas. Este año, el pregón del festero Ramón Rocamora, miembro de la Kábila Jaira fundadora de la fiesta de Moros y Cristianos de Abanilla, inaugura la 16 edición de esta fiesta el jueves a las 21,30 horas en el campamento festero.

 

La fiesta pirata añade en esta ocasión nuevos alicientes, como las escuadras de moros y cristianos de toda la Región, que se sumarán al desfile del sábado, día 4, o la presencia durante toda la semana de Emad Salim, el bailarín que posee el récord Guiness de giros de danza sufí. El acróbata actuará durante los cuatro días en el mercado medieval, la principal atracción de la fiesta, que este año se convierte en uno de los más extensos de España, con 250 puestos de productos de toque medieval, desde jabones naturales a muñecos artesanos, espadas legendarias de forja, inciensos, amuletos, bisutería de plata, bolas de cristal para adivinar el futuro, miel de abejas, cuadernos de cuero o lámparas árabes.

 

Los visitantes encontrarán mucho más que compras en un paseo por el mercado. Entre los puestos aparecerán actores representando el cortejo de la reina Leonor de Aquintania y un espectáculo de atlántes. Trovadores, monstruos de leyenda y cuentacuentos que moverán un libro gigante, se mezclarán entre el público. Una zona dedicada a la gastronomía medieval atraerá a los turistas con el aroma de los lechones al fuego, los quesos artesanos y las teterías cubiertas de alfombras. En la plaza de la feria y en la del Ayuntamiento se instalarán dos escenarios, que ofrecerán teatrillos breves para niños y adultos en medio de un ambiente típicamente rural del Medievo. Ocas, dromedarios, burros y búhos pasarán la Semana Santa en el centro urbano de Los Alcázares para hacer las delicias de los pequeños, que podrán participar también en juegos y talleres, como el de elaboración de coronas de flores.

 

Todo empezará con fuego. El jueves por la noche, después del pregón y el teatro inicial, el público caminará con antorchas hasta la playa del embarcadero, donde se ha instalado una réplica de las torres vigía que aún quedan en pie en la costa y que se levantaron hace cuatro siglos para vigilar la llegada de piratas al Mar Menor. Como en un simulacro de avistamiento de berberiscos al acecho, prenderán fuego en la torre y la fiesta comenzará con fuegos artificiales piroacuáticos. «Es el sentido de este fiesta. La unión de los habitantes de la costa que se protegen y se divierten durante estos días», explica el concejal de Festejos, Francisco Méndez. Cada jornada se cerrará con un concierto a medianoche en el campamento festero que se instala en la rambla, donde este año se estrena la puerta cristiana y la puerta mora.

 

El viernes, día 3, el plato fuerte será el desembarco berberisco, que ha preparado el grupo de teatro de la Asociación de Peñas, con un montaje a base de cuerdas para atraer a los barcos piratas a la playa. El público podrá seguir el espectáculo desde unas gradas con más de 700 plazas. Arcabuceros de Murcia pondrán el ruido y la pólvora en un decorado nuevo, realizado para la noche de acción.

 

Desfile de moros y cristianos

El sábado, día 4, la fiesta estará en las avenidas de Los Alcázares, por donde discurrirá el gran desfile con más de 2.000 participantes de las 20 peñas -11 moras y 9 cristianas- a las que se unen grupos de moros y cristianos de Murcia, Caravaca, Lorca, Jumilla y Santomera, entre otras que forman parte de la Unión Nacional de Entidades de Moros y Cristianos. Una de las atracciones del desfile será el grupo de baile de María Carmen Mompó, de Onteniente (Alicante), famoso por sus coreografías y puestas en escena. Cuadrillas de baile y 11 bandas de música animarán el desfile. Para el último día, domingo, las peñas han reservado un poco de humor. En la playa del embarcadero celebrarán el Concurso Internacional de Lanzamiento de Caldero, que pondrá final a una fiesta que cuenta cada año con un mayor arraigo local.