«Como murciana y como habitante de este planeta, no puedo dejar de reclamar que nos devuelvan el Mar Menor que recordamos», ha pedido esta noche, viernes 13 de octubre, Josefina Cebrián, la viuda del que fue primer presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia, Andrés Hernández Ros, cuando ha acudido a recoger el premio Al Kazar que, a título póstumo, le han concedido al difunto político murciano. (En la foto)
La Comisión Al Kazar, con su nuevo presidente a la cabeza, el historiador y técnico de Cultura, Juan Francisco Benedicto, ha concedido este año el premio Al Kazar a Hernández Ros «por su compromiso con la Comisión Gestora Proayuntamiento y por haber cristalizado el sueño de los vecinos después de tantos años de lucha», ha explicado desde el escenario instalado en la plaza de Manuel Floreal Menárguez.
Después de unos años en blanco, tras la muerte de Pablo Galindo, el último presidente de la Comisión Al Kazar, el comité que otorga el premio ha quedado recompuesto con la integración de Francisco Javier Olmos, Aurora Martínez Aráez, Andrés Campillo, Pablo Lambertos y Juan Diego Rosique.
«Entendió que era justo reconocer las ansias de libertad de un pueblo por encima de cualquier coste político», ha dicho el alcalde, Mario Pérez Cervera, sobre la figura de Andrés Hernández Ros. Quien fue el primer presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia firmó el 13 de octubre de 1983 el decreto del Consejo de Gobierno en el que se aprobó la creación del municipio alcazareño, el más joven de la Región.
A los 40 años de la creación del municipio número 45 de la Región, se hizo una distinción especial a los jóvenes del GIA, Grupo Independiente Alcazareño, que en 1977 manifestó en las calles su descontento «por la sensación de abandono que se vivía en el pueblo», según cuenta uno de sus integrantes, Jesús Galindo en su libro sobre la historia local.
«No más división, queremos nuestra propia administración», «Ni Torre Pacheco ni San Javier, en Los Alcázares sabemos gobernarnos» eran algunas de las pintadas de los GIA que los funcionarios de los municipios matrices tenían que borrar.
Fueron «un ejemplo para muchas generaciones de jóvenes para que entiendan la importancia de trabajar por lo común, por lo que nos une», dijo anoche el alcalde. El Ayuntamiento les dedicará un mural urbano «para que su historia no caiga en el olvido». Cervera les recordó que «en este pueblo cada calle cuenta una historia de resistencia».
Los vecinos reanudan las fiestas con un fin de semana repleto de actividades.