Aguantar la respiración y no pensarlo dos veces, es el secreto de la valerosa zambullida que se dieron los participantes de la nueva edición del tradicional Baño de Navidad en la orilla de Los Alcázares. A pesar de que el Mar Menor no posee las aguas más frías, hace falta reunir valor para la experiencia.
Una veintena de valientes se lanzaron al mar el pasado domingo con el único fin de poder darse el último baño del año. Ataviados con sus gorros de Papa Noel, se lanzaron al mar desde el espigón del Club Náutico de Los Alcázares, una vez en el agua, los valientes nadaron 100 metros hasta llegar a tierra.
Ya en la orilla, fueron obsequiados con un albornoz de la concejalía de Deportes y una cazuela de caldo con pelotas para ayudarles a recomponer su temperatura corporal.
Se trata de una actividad cuya repercusión va creciendo con el paso de los años, muestra de ello es que el número de participantes se ha doblado con respecto al año anterior, no olvidemos que no todos los ciudadanos tienen la osadía de bañarse en la playa a 16 de diciembre. Al acto asistió el alcalde de Los Alcázares, Anastasio Bastida y concejal de Deportes, Francisco Montesinos.