El alcalde de Los Alcázares, Mario Pérez Cervera, ha puesto el dedo en la llaga. Tras el paso de la tormenta Alice, que dejó más de 115 litros por metro cuadrado en el municipio, el regidor ha abordado un punto incómodo: el problema de las inundaciones en la costa no nace en la playa, sino tierra adentro. Ese ‘efecto dominó’, que se repitió una vez más, como en 2019, tiene «nombre y apellidos», según afirmó el alcalde.
«Cuando se produjeron lluvias torrenciales en la cabecera de las distintas ramblas, a Los Alcázares solo le quedó esperar a que bajaran y que los daños fueron lo mínimo posible», ha señalado esta mañana en el Ayuntamiento de Los Alcázares. «No podemos permitir que el agua baje son control y mande el sálvese quien pueda», afirmó.

Unos dispositivos de cálculo intermitentes
Según los datos aportados por la Confederación Hidrográfica del segura (CHS), los registros presentan lagunas, porque «los dispositivos de cálculo estñan por debajo del caudal» que llegó a producirse, según explica el alcalde. Por tanto, la cantidad de agua que corrió el pasado sábado, 11 de octubre, es superior a los datos oficiales. La información aportada por el Ayuntamiento indica que durante 5 horas no hubo registros para poder indicar los picos máximos. «La Colonia estuvo en todo momento por encima de los registros, y el Albujón tuvo un pico a las 7 de la mañana de 46 metros cúbicos», señala.

Los Alcázares, como la mayoría de pueblos costeros del Mar Menor, se enfrenta a una paradoja hídrica. Pérez Cervera recordó que el verdadero caudal de peligro viene de la «zona alta de la cuenca», desde donde descienden riadas que acaban afectando directamente al casco urbano.
«El desorden de los últimos 50 años»
En este escenario de vulnerabilidad, el alcalde ha cargado contra la ausencia de un Plan de Ordenación del Territorio de la Cuenca Vertiente del Mar Menor: «Durante décadas se ha actuado sin una planificación global. Los municipios de arriba han construido protegiendo sus nuevas zonas urbanas y los agricultores han protegido sus propiedades desviando las aguas, y esas decisiones acaban generando graves problemas a los municipios costeros como el nuestro”.
Pérez Cervera aseguró que «mientras no se realice el PGOT, las ramblas no va a circular por donde deben». Para retener el agua antes de que cause daños en las poblaciones costeras, el alcalde alcazareño señala que «los agricultores pueden ser los grandes aliados».

«No se modificará el puente bajo ningún concepto»
La preocupación se agrava con el futuro puente del AVE Murcia–Cartagena. El AVE puede ser una oportunidad para la comarca y para la Región, pero será también el golpe final para Los Alcázares», advierte el regidor. El proyecto contempla modificar su capacidad hidráulica de 40 a más de 200 metros cúbicos por segundo, e incluso a un máximo de 400 metros cúbicos, según Adif. El alcalde ha sido tajante: “Si ese puente se modifica sin las obras de contención necesarias, todo ese caudal llegaría directamente a Los Alcázares. No podemos permitirlo”. Por ello, ha solicitado una reunión urgente con ADIF y la Delegación del Gobierno para exigir «garantías de seguridad» antes de tocar la estructura.
«El puente antiguo de Balsicas actúa como presa y, si aumenta la capacidad de la rambla de La Maraña que pasa por ese punto, esas aguas llegarán a Los Alcázares», ha indicado.

El canal Tajo-Segura: un agravante de las ramblas
A la falta de planificación se suma un factor logístico: el trasvase Tajo-Segura. El alcalde ha señalado que, en episodios de fuertes lluvias, la gestión de excedentes del trasvase “aumenta el caudal de las ramblas y aumentando el riesgo a inundaciones en el municipio”.
Esta evacuación de excedentes hacia cauces naturales que desembocan en Los Alcázares, afirmó, pone en riesgo la seguridad vecinal. Exigió que el trasvase «debe adaptarse a la realidad de los pueblos costeros». El pasado sábado, el canal del trasvase superó su capacidad y mandó excedentes a la rambla de La Colonia y de la Maraña, por lo que el alcalde reclama que «deben hacerse obras de retención en las cabeceras de las ramblas».
«El trasvase Tajo Segura debe ser modificado, porque más importante es proteger la vida de las personas», afirmó.

Voluntad política para buscar soluciones
En un intento por unificar la respuesta territorial, Pérez Cervera ha anunciado que impulsará una ronda de contactos con los alcaldes del Campo de Cartagena y el Mar Menor: “Solo con una estrategia común y la implicación de todas las administraciones podremos proteger a nuestros vecinos y al ecosistema del Mar Menor”.
Otras medidas propuestas incluyen:
- Construcción de obras hidráulicas en las cabeceras de las ramblas, como presas o balsas de retención.
- Deslinde y recuperación de los cauces naturales de las ramblas.
- Mantenimiento del puente del AVE hasta que haya protecciones definitivas.
- Revisión del funcionamiento del trasvase Tajo-Segura en relación a los caudales que llegan al municipio.
«Las soluciones están claras, solo falta voluntad», ha sentenciado el alcalde, quien ha reconocido la colaboración de la Delegación del Gobierno y la Comunidad Autónoma durante la emergencia.
Duchas y cisternas: La situación tras ‘Alice’
En cuanto al estado actual del municipio, el alcalde ha informado que las labores para restablecer el suministro de agua potable —afectado tras la tormenta— avanzan. Mientras, el Ayuntamiento mantiene tres cubas de agua a disposición de los vecinos y ha habilitado duchas en las instalaciones deportivas municipales.









