Reparan con fibra de vidrio las tuberías dañadas por las riadas sin abrir zanjas

Impermeabilizar la red de tuberías de saneamiento de Los Alcázares tras las riadas de 2016 se ha convertido en una obra de urgencia, aunque hasta ahora el elevado coste y la dificultad de abrir zanjas por todo el casco urbano para sustituir kilómetros de tuberías se había convertido en un obstáculo casi insalvable. Un nuevo sistema a base de sellado con fibra de vidrio reduce el coste radicalmente y evita la rotura del pavimento.

Un nuevo sistema de sellado permite inyectar la fibra de vidrio en estado líquido, que en el interior de la tubería se solidifica hasta formar un forro impermeabilizante para evitar filtraciones de aguas negras al subsuelo y viceversa. La reparación se realizará sin abrir zanjas ni reponer pavimentos, ya que la fibra de vidrio se introduce por un solo punto en estado líquido y se expande alrededor de los tubos, donde se transforma en un recubrimiento sólido al enfriarse.

«Si aislamos la red de saneamiento podremos reducir la salinidad que entra de la tierra, para que después de pasar el proceso de depuración pueda ser reutilizada para riego», asegura el alcalde, Anastasio Bastida.

Las inundaciones de hace un año y medio dejaron las tuberías deterioradas a causa del lodo y el exceso de caudal que llegó a la red de saneamiento. Tras la exploración realizada con cámaras a través de las tuberías que atraviesan los 10 kilómetros cuadrados del municipio, los técnicos calculan que un 30% de toda la red necesitará arreglo para aislar por completo las aguas residuales y evitar que se depositen restos en el subsuelo que después pueden llegar al Mar Menor.

La principal ventaja de este método de obra sin zanja es el ahorro. El elevado coste de un plan de reparación integral de la red, valorado en unos 63 millones de euros, ha sido hasta ahora el obstáculo fundamental para iniciar las obras, ante la falta de financiación tanto del Estado como de la Comunidad Autónoma. El aislamiento con fibra de vidrio líquida supone un considerable ahorro, ya que el sellado de todas las tuberías dañadas se ha tasado en unos 300.000 euros, una cantidad considerablemente menor que la del método tradicional de abrir suelos y sustituir tubos.

Este novedoso sistema se pondrá a prueba el próximo septiembre en una prueba piloto que los técnicos realizarán en un punto de la red subterránea situado en el centro urbano sin necesidad de abrir zanjas ni obstaculizar el tránsito de peatones o coches. Ya ha sido probado con éxito en el paseo marítimo de Santiago de la Ribera, donde la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca impermeabilizó con fibra de vidrio 630 metros de tubería con una inversión de 135.000 euros. La actuación estuvo motivada tras detectar infiltraciones de agua salada en la tubería que se encuentra bajo el nivel freático y muy cercana al mar, como sucede con la red de Los Alcázares.

El sellado permitió rebajar el nivel de agua que soportan las tuberías y por tanto reducir el gasto energético a la hora de elevar el caudal a la estación depuradora. Una vez en la EDAR, la llegada del caudal justo, con menor salinidad, rebaja el coste de la depuración y mejora la calidad de las aguas resultantes, que pueden ser útiles para el riego.