La Guardia Civil cree que fue el joven de etnia gitana que se recupera en la UCI del hospital Los Arcos de las graves heridas recibidas en la reyerta del pasado viernes, el causante de las lesiones que le ocasionaron la muerte al marroquí fallecido casi en el acto. El joven Juan U.A., con domicilio en Santiago de la Ribera, se encuentra en la UCI custodiado por agentes de la Benemárita, pues ha sido detenido por un presunto delito de homicidio doloso. Su primo, José Antonio U.H., de 35 años, menos grave, ha resultado imputado por un presunto delito de lesiones.
Una pelea a las puertas de la discoteca Caracas, en el polígono industrial de Los Alcázares, acabó de la peor manera nada más amanecer el pasado viernes, con un hombre de origen marroquí fallecido y dos heridos, uno de ellos un joven gitano de 20 años que fue operado ayer en el hospital Los Arcos del Mar Menor por una perforación de pulmón y una bisección aórtica. «Llévame al hospital que este me ha matado», le dijo el joven Juan, de 20 años, a su primo, José Antonio, después de la sangrienta refriega que mantuvieron contra unos marroquíes pasadas las seis de la mañana. Uno de los magrebíes salió aún peor parado que el joven gitano, ya que falleció nada más llegar a la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Los Arcos.
La investigación, que apuntó en un primer momento a un ajuste de cuentas, se inclinó después por una pelea del momento entre un grupo de marroquíes y los dos primos de etnia gitana, vecinos del barrio de Los Pozuelos, en Santiago de la Ribera. La declaración de una testigo que presenció el origen de la reyerta fue determinante para que la Guardia Civil atase los hilos del enfrentamiento mortal.
La testigo aseguró a los policías que cuatro o cinco magrebíes se encontraban «metiéndose rayas de cocaína en el capó del coche de uno de los gitanos». Los marroquíes hicieron caso omiso de las advertencias de José Antonio que se encolerizó y les lanzó al menos seis veces la misma amenaza: «Como saque la herramienta que llevo en el coche…». Así se lo repitió hasta en seis ocasiones, sin respuesta alguna de los marroquíes, que seguían con la droga. Dicho y hecho, el gitano se dirigió a su coche, lo desplazó unos 90 metros en la misma calle y volvió con una hoz de siega y un bastón con flecos, que empleó para comenzar la agresión. Supuestamente los gitanos iniciaron el ataque contra los marroquíes, uno de los cuales sufrió cortes por todo el cuerpo, a lo que sus amigos respondieron lanzando piedras contra ellos y su coche que, tal como los policías pudieron comprobar después, presentaba cristales rotos con golpes de pedradas, e incluso encontraron una en el asiento trasero, además de huellas de manos y sangre por todo el vehículo y el volante. Supuestamente, la Guardia Civil cree que fue Juan quien lanzó los dos tajos mortales al marroquí con la hoz.
Cuando el marroquí ya había recibido las heridas mortales de la hoz, presuntamente los amigos le arrancaron a los gitanos la herramienta, convertida en arma letal, e intentaron devolverles el golpe. El traslado urgente de los amigos no impidió que el marroquí falleciera a los pocos minutos en Los Arcos, donde sigue ingresado en la UCI el joven gitano Juan, mientras que su primo José Antonio fue trasladado a la Arrixaca. Un cuarto herido recibió ayer el alta médica. La Policía piensa que podría haber más implicados en la pelea y ha activado la alerta a todos los agentes locales de la comarca del Mar Menor.
