Ignacio Ramos, alcalde de Pilar de la Horadada durante más de 15 años -de forma intermitente- acaba de recuperar el bastón de mando después de cuatro años de Gobierno del PP. «La fuerza de este Gobierno pasa necesariamente por el diálogo y el consenso entre los cuatro grupos», dijo en su discurso Ramos, quien gobernará en minoría con 10 concejales, frente a los 7 del PP, tres de Unión Pilareña -que gobernó con el PP la pasada legislatura- y uno de Vecinos por el Pilar.
Ignacio Ramos se convirtió ayer en el único candidato a la Alcaldía pilareña, tras la renuncia de los otros tres grupos a presentar a sus respectivos cabezas de lista. «Vea en la abstención del PP una mano tendida a su gobierno en todos los asuntos que sean de especial interés para el pueblo, en los que espero que no se vea sometido a ese presunto pacto que hecho con VPP», le dijo al alcalde socialista el portavoz del PP, José Fidel Ros, quien deja la Alcaldía después de cuatro años.
En su discurso, Ros atribuyó a la situación nacional el descalabor electoral del PP pilareño: «Los alcaldes del PP han pagado las tarjetas ‘black’ de Cajamadrid y los papeles de Bárcenas», dijo. Ros no eludió el tirón electoral de su contrincante en las urnas: «No se me caen los anillos para reconocer los méritos de un adversario político, pero no vea ni un atisbo, ni un milímetro de permisividad del modo de gobierno que ha tenido». Ros le advirtió de que «seremos vigilantes de que en los asuntos de interés se traten solo los intereses generales, y seremos beligerantes con todo lo que sea volver a las viejas prácticas».
El portavoz del PP restó credibilidad a las medidas acordadas por el PSOE con VPP: «La auditoría tendrá un alto coste y estamos expectantes ante las consultas anunciadas, como la del auditorio La Paloma». Desde el salón surgieron abucheos para Ros cuando dijo: «Cuando la izquierda radical habla de crear confianza empresarial, pienso en el refranero ‘la zorra guardando a las gallinas». Continuó enumerando la lista de proyecto que, según Ros, «el PP deja encauzados, como la creación de un centro de alto rendimiento de padel de 1,2 millones de inversión en suelo público; dos restaurantes en terrenos municipales a través de una concesión de 20 años; o el proyecto de centro de ocio en Las Higuericas y dos colegios concertados». «Pilar de la Horadada está ahora mucho mejor que hace cuatro años», dijo Ros, quien destacó que deja «un saldo bancario de 15 millones, una deuda bancaria casi a cero y el pago a proveedores a 30 días».
El portavoz de Unión Pilareña, Ángel Albaladejo, afirmó que «el gobierno sale débil porque ninguno hemos logrado la mayoría absoluta, pero creemos en la capacidad de aunar esfuerzos y apoyaremos cualquier proyecto beneficioso para el municipio».
Por su parte, el portavoz de Vecinos por el Pilar, José Francisco Albaladejo, expresó su deseo de «superar políticas del pasado que solo saben endeudarnos y hacer políticas que hagan la vida más democrática, más transparente y sencilla». Albaladejo denunció «persecuciones y acosos a compañeros».
El nuevo alcalde hizo hincapié en «nuevas metas, nuevos objetivos de colaboración y diálogo para llegar a acuerdos entre los cuatro grupos». Manifestó su intención de propiciar «cuatro años lejos de la conflictividad, dedicados a trabajar por el interés general en estos difíciles tiempos que en hemos perdido derechos sociales». Destacó su intención de atender «las emergencias familiares relacionadas con el empleo, la sanidad y la educación, fundamentales para hacer un pueblo más solidario». Sobre la reiterada deuda que los pilareños consideran pendiente de la Comunidad Valenciana con el municipio costero, Ramos indicó que «esperamos respuesta para llevar a cabo las obras del segundo instituto, el cuarto colegio, la ampliación del centro de salud y la regeneración de playas».