Acabar con la pesca ilegal se había convertido en misión más difícil que pescar un tiburón blanco. Hasta ahora. Las reiteradas denuncias de los pescadores y del grupo ecologista Anse han hecho finalmente actuar a la Demarcación de Costas del Estado que, el pasado viernes, terminó de retirar las estructuras de madera y otros materiales que servían de apoyo para el ejercicio de la pesca ilegal en la vertiente mediterránea de las encañizadas del Mar Menor, dentro del Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro.
La empresa tragsa, contratada por Costas, se ha encargado de desmantelar las plataformas de madera instaladas en la vertiente mediterránea de Las Encañizadas que servían a los pescadores furtivos. Redes, embarcaciones y plataformas de madera permanecían en la zona de las Encañizadas para este tipo de actividad ilegal, que además se desarrollaba en una Zona de Conservación Prioritaria en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro, que figura además con cinco figuras de protección, cuatro de ellas internacionales: Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA), Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM) y Humedal de Importancia Internacional Ramsar.
Estos pescadores furtivos colocaban entre 10 y 12 redes cada día en torno al canal natural de comunicación entre el Mediterráneo y el Mar Menor. Llegaban incluso a formar una auténtica maraña que impedía el movimiento de peces y limitaba el uso de la zona por la avifauna silvestre, lo que suponía un grave peligro para las aves de mayor tamaño.
Según ha podido comprobar Costas, muchas de las redes se apoyaban en entremados de cabillas metálicas clavadas al suelo, de forma que servían para delimitar el trazado de las redes, de modo que permitía a los pescadores futtivos vaciarlas sin necesidad de retirarlas de la zona de pesca. Costas ha retirado tanto las plataformas metálicas como las de madera sobre pilares clavados en el fondo.