El retraso en las obras del tanque de tormentas de Lo Pagán costará a la Comunidad Autónoma 600.000 euros. El incumplimiento de los plazos en la ejecución de las obras ha dejado en la mitad la ayuda inicial de 1,2 millones de euros procedentes de la Unión Europea, de modo que la Comunidad Autónoma deberá aportar 600.000 euros que en un principio no tenía previsto.
Las obras deberían haber finalizado el 31 de diciembre de 2015 para cumplir con el requisito de financiación y, de hecho, ante las protestas vecinales por las excavaciones en pleno inicio de la temporada turística, la primavera pasada, la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar argumentaron que no podían posponerlas porque tenían que cumplir con el plazo de final de 2015. Las obras sin embargo continúan y los comerciantes del entorno no ocultan su malestar.
La alcaldesa, Visitación Martínez, prometió que las máquinas pararían durante el pasado verano para evitar molestias a los vecinos y turistas. La Dirección General del Agua justifica sin embargo el retraso de las obras, que ha provocado la pérdida económica de 600.000 euros, por «los requisitos que plantearon las asociaciones de vecinos de paralizar las obras durante el verano».
Como respuesta al retraso de los trabajos, la Dirección General del Agua explica que, además «la ubicación del tanque se desplazó ligeramente de la ubicación inicial para no afectar a una parada de taxis, lo que implicó un nuevo cálculo de la estructura del tanque». El director general del Agua, Andrés Martínez, explica también que «al ejecutar la red de colectores de pluviales, han aparecido conducciones y servicios que el Ayuntamiento y las empresas correspondientes (Aqualia, Telefónica, Iberdrola y otras) no indicaron en la redacción del proyecto y se han tenido que variar trazados de las conducciones».
El responsable argumenta que «hay que destacar la lentitud en ejecutar las conducciones dado que es necesario achicar la zanja porque aparece agua a muy poca profundidad y hay que bombearla fuera para poder trabajar». Reconoce que «los retrasos han impedido que lo que no se ejecutó en 2015 tenga cofinanciación europea», pero asegura que «gracias a la ágil gestión realizada por la Dirección General del Agua, ese dinero no se ha perdido, sino que se ha empleado en otras actuaciones de saneamiento en otras poblaciones de la Región».
El tanque de tormentas y los cuatro colectores de recogida de pluviales pretenden evitar el vertido de las aguas de lluvia en las playas de La Puntica, Villananitos y el puerto de Lo Pagán. El depósito de hormigón armado tendrá una profundidad de 5,5 metros bajo el suelo y contará con bombas eyectoras para la limpieza y dos grupos de moto bombas de aguas residuales para el vaciado. Se realizan además las obras de cuatro conducciones de pluviales paralelas a la línea de costa y dos conducciones de dos kilómetros que discurren por la calle Campoamor y la carretera RM-F-32.
La Dirección General del Agua afirma que el tanque se terminará en junio «si no surgen nuevas peticiones de limitación de la obra», aunque añade que «la ejecución total de las obras finalizará en verano».
Ya están finalizados los de Santiago de la Ribera, Los Alcázares, Los Urrutias y se encuentra en ejecución el de Lo Pagán, pero hay previstos 17 tanques de tormenta más en el entorno del Mar Menor para recoger las aguas de lluvia y evitar que acaben en la laguna. La Comunidad Autónoma continúa en su plan de construir esa red de 21 depósitos subterráneos, cuyo coste se elevará a razón de casi 1,5 millones cada uno. Los científicos expertos en el Mar Menor contradicen sin embargo la opinión del Gobierno regional y aseguran que los tanques no evitarán los aportes a la laguna ni la contaminación que padece desde hace años.
La consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá acompañada por director general de Agua, Andrés Martínez, y el alcalde de Cartagena, José López, visitó el tanque de tormentas de Los Urrutias, ya en funcionamiento, cuya inversión total ha sido de 1.321.696 euros.
Martínez-Cachá destacó que “estas infraestructuras son de vital importancia, ya que evitan inundaciones en caso de producirse fuertes episodios de lluvia y minimizan la suciedad de las aguas que se vierten al Mar Menor, pues los tanques de tormentas almacenan el agua de lluvia y evitan las escorrentías a la laguna”.
La infraestructura hidráulica construida en Los Urrutias está formada por un depósito de hormigón armado, con muros pantalla y cubierto con losa de hormigón armado. El tanque tiene un volumen total de almacenamiento de 3.250 metros cúbicos. Además del tanque de tormenta, también se han construido dos colectores principales y ramales secundarios.
Las obras se completan con la pavimentación de los viales afectados por los colectores, la reposición de los servicios afectados, todos los elementos electromecánicos necesarios para el funcionamiento del dispositivo de retención de aguas y la urbanización y ajardinamiento de la zona de ubicación del depósito integrado dentro del jardín existente para disfrute de los vecinos.