El parque acuático con zoológico de La Calavera tendrá piscina de olas y especies amenazadas

El paraje de La Calavera, en Santiago de la Ribera, podría convertirse pronto en un parque vegetal con atracciones acuáticas, donde habiten animales de especies autóctonas y otras amenazadas. El Ayuntamiento de San Javier ha iniciado ya los trámites para solicitar que la Comunidad Autónoma declare de interés público este proyecto que requerirá, como mínimo, 3,7 millones de euros. 

El Ayuntamiento de San Javier ha iniciado los trámites para ofertar en licitación la construcción y explotación de un parque acuático con un jardín zoológico, en el que los visitantes podrán vivir la emoción de los saltos de agua rodeados de arbolado autóctono y fauna amenazada. «Todo estará integrado, de modo que las familias encuentren diversión pero también un santuario de especies autóctonas y otras exóticas que rescata el Seprona», explica el alcalde, José Miguel Luengo. «Diversificar la oferta turística y desetacionalizar la llegada de visitantes» es el fin de la iniciativa municipal, surgida a raíz de que al menos tres inversores se interesaran en los últimos meses por las condiciones para construir un parque acuático en el entorno. 

En el fondo del proyecto subyace el objetivo de que sea «mucho más que un parque acuático; una apuesta por el turismo de medio ambiente para que conozcan mejor la vegetación local, las palmeras, el pino mediterráneo, los tarays, las sabinas y los garroferos». Para crear el parque, el Ayuntamiento se ha fijado en el solar de 74.222 metros cuadrados de titularidad municipal de La Calavera, que actualmente es solo un descampado donde se depositaron las tierras extraídas para construir el aparcamiento subterráneo de la plaza de San Javier. El terreno, situado en el conocido como camino de El Molino, por el nombre de la residencia de mayores que funciona justo al lado, se encuentra entre la carretera nacional 332, el polideportivo y la pinada de San Blas. 

Para canalizar la iniciativa privada, el Ayuntamiento ha diseñado un proyecto base que requerirá una inversión de la empresa adjudicataria de un mínimo de 3,7 millones, aunque se prevé que los inversores ofrezcan mejoras en el futuro parque. El adjudicatario podrá disponer del terreno municipal por un amplio periodo de tiempo -aún por fijar- a cambio del pago de un canon a las arcas municipales

CÓMO SERÁ EL PARQUE ACUÁTICO

Toboganes, pérgolas, piscina infantil y piscina de olas serán los principales ganchos para los más jóvenes, pero la diferencia del parque previsto para La Ribera, con respecto a otros que ya funcionan en enclaves cercanos, como Murcia o Alicante, es que «las atracciones acuáticas estarán integradas en el ecosistema vegetal y de fauna, no por separado como en otros parques», aclara Luengo. 

La idea inicial del parque es que las atracciones serán de bajo consumo de agua, con pistas de frenado en lugar de grandes embalses. De hecho, la Confederación Hidrográfica del Segura y la Comunidad de Regantes no han puesto pegas a un consumo de 2.500 metros cúbicos anuales para la actividad lúdica. Los visitantes encontrarán un bar restaurante y un núcleo de tiendas de artículos acuáticos, recuerdos y servicios fotográficos. También dispondrán de aseos, vestuarios y oficina con taquillas. Varios espacios de solarium salpicarán el recinto convertido en un ecosistema vegetal. También se reservará una zona de picnic para que los usuarios puedan pasar el día en el parque. 

El proyecto municipal prevé un aparcamiento de 10.000 metros cuadrados con capacidad para 350 vehículos y 10 autobuses, ya que el parque contará con una capacidad máxima de 1.500 personas. Las instalaciones contarán con sistemas de aprovechamiento de agua y demás recursos para que «sea un ejemplo de sostenibilidad y de revalorización de la zona», indica Luengo.

«Este proyecto nos permitirá convertir una zona de secano, donde solo se depositan áridos, en una plantación de especies autóctonas llena de vida y con un gran potencial de riqueza y de puestos de trabajo», afirma el alcalde. En una parcela cercana, está prevista la creación de un segundo estacionamiento de caravanas junto al que ya funciona con una alta ocupación en el paraje de San Blas.