La Ribera suele ser el paso habitual de las aguas pluviales en su camino hacia el Mar Menor, pero no en tanta cantidad como se han acumulado hoy, martes, en la localidad costera. La n ueva calle abierta en medio de la parcela de Torre Mínguez para construir la nueva urbanización de chalés donde antes se encontraba el histórico jardín, se ha convertido en una puerta para el agua hacia el casco urbano.
La riada que suele bajar por la calle López Peña de forma paralela al recinto militar se ha desviado hacia el centro de La Ribera por la nueva calle abierta en Torre Mínguez, de manera que las escorrentías han bajado en tromba por la avenida Sandoval y sus calles afluentes hasta cubrir las aceras. El agua ha paralizado la vida del pueblo, donde era imposible circular tanto en coche como a pie, de modo que comercios y locales han mantenido el cierre echado a lo largo de la jornada, incluso después de la lluvia, ya que el agua continuaba corriendo por las calles.
Los vecinos de La Ribera ya advertieron hace algunas semana de los efectos que ocasionaría la nueva calle y su previsible desvío de aguas al centro.
Según la concejal de Servicios Públicos, María Dolores Ruiz, «habrá que instalar una recogida de pluviales en esta calle, que desvía las aguas que bajan por la calle Coronel López Peña y las dirige al centro». «Con 70 litros por metro cuadrado y el agua acumulada que baja de las ramblas, se ha notado que esta vez nos hemos llevado la peor parte de la tormenta», señala la edil.
En San Javier, se han registrado daños en caminos y carreteras, donde el agua ha levantado los parcheados. También se ha generado alguna gotera en un colegio. A lo largo de la jornada de mañana, miércoles, los servicios municipales analizarán los daños de la tormenta, cuando ya los caudales hayan bajado de las calles.
La nueva calle de Torre Mínguez por donde baja en agua.
LA PISTA DEL AGUA, DESDE LA NUEVA CALLE HASTA EL MAR MENOR: