La Patrulla Águila prepara su 30 aniversario en el aire

Ya han pasado tres décadas desde que el 4 de junio de 1985, la patrulla Águila despegó con cinco aviones C-101 para realizar el primer vuelo de entrenamiento. Su objetivo era comprobar el comportamiento del que era un nuevo avión, sometido a exigencias específicas de vuelo acrobático. Treinta años después, el nivel de exigencia se ha mantenido y la patrulla ha sabido construir una fama de leyenda aérea que la sitúa entre las mejores del munco, con una legión de seguidores. 

Los miembros de la Patrulla se encuentran en plena fase de entrenamientos previa al comienzo de la temporada oficial, que se espera que sea muy especial para la decana de las patrullas acrobáticas del Ejército del Aire. Los Águila cuentan este año con nuevas incorporaciones, tanto de pilotos titulares como de reservas.

El nuevo Líder será el comendante Rubén Pérez González, que hasta ahora volaba como punto 5 de la formación y que pasará a sustituir al comendante Gutiérrez. El comandante Pérez cuenta con una altísima experiencias en aviones a reacción y, además de haber volado a los mandos del F-18 en el 462 escuadrón, ha sido instructor de vuelo en texas durante tres años.

Entre los titulares de la Patrulla figuran el comendante Francisco Marín Núñez, que volará de Águila 5 o Solo, y el capitán Jesús López Estevan, que ya fue piloto reserva el año pasado, y que ahora toma el relevo del Águila 7, puesto que ha ocupado durante las últimas temporadas el comandante Navarro.

El equipo del 30 aniversario estará, por tanto, formado por los pilotos comandante Roca (Jefe), comandante Pérez (Líder), comandante Bello (Águila 2), comandante Monge (Águila 3), capitán Cava (Águila 4), comandante Marín (Solo), capitán Martín (Par derecho) y capitán Estevan (Par izquierdo).

La Patrulla Águila aún no ha hecho público el calendario de exhibiciones de este año, en el que se espera que sea más que nunca una embajadora de España y de sus Fuerzas Armadas con el dibujo en el cielo de la bandera bicolor, pintada por el humo teñido que sale de sus motores.