La tala de los pinos centenarios que se alzan en las propiedades privadas se ha convertido en un problema sin freno, ya que este tipo de árboles no están protegidos por ley. Vecinos de Santiago de la Ribera han denunciado la eliminación de varios pinos de gran altura en una parcela situada en segunda línea de playa, donde esta misma mañana aseguran que han comenzado a cortar más ejemplares.
Pérdida de paisaje y salud ambiental
«Es una tragedia», afirma una vecina de Santiago de la Ribera, que recuerda esta masa arbórea desde la infancia. Los eliminados esta semana son de los últimos de la gran pinada que poblaba la costa del Mar Menor hace décadas, antes de comenzar la invasión urbanística.
Los vecinos aseguran que un grupo de operarios acabó con cuatro pinos hace unos días, hasta que el Ayuntamiento les ordenó parar, aunque hoy han reanudado los trabajos. Afirman que, al protestar ante los promotores de la tala, los vecinos recibieron insultos y amenazas.
Con la sierra, no solo se han perdido ejemplares centenarios, sino también las ardillas y aves que los habitaban. Los animales salieron disparados del susto y una de las ardillas fue atropellada en la calle colindante, como muestra la fotografía.

«Los pinos no están protegidos»
Según la concejal de Parques y Jardines, María Dolores Ruiz, «si los pinos están en una propiedad privada y el dueño tiene todos los permisos, no se puede evitar la tala, porque los pinos no están protegidos».
La parcela en cuestión cuenta con un expediente sancionado anterior, abierto por las quejas de los vecinos debido a la acumulación de broza seca que presentaba un alto riesgo de incendio.
El concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Antonio Martínez, asegura que «el propietario de la parcela pidió autorización para la tala y, como los informes fueron favorables, se le concedió autorización para talar 9 pinos en total». «Es un suelo privado con aprovechamiento», aclara el edil, quien asegura que el propietario no ha solicitado licencia para nada más.
A los vecinos no les convence la actuación del propietario ni del Ayuntamiento. Esta mañana han aparecido carteles en la valla que reclaman el fin de la tala. Además, residentes cercanos han acudido al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y a la Fiscalía de Medio Ambiente.