El hospital universitario Los Arcos del Mar Menor acaba de incorporar un nuevo método de localización magnética del ganglio centinela, el primero donde se localizan las células tumorales de mama, que añade considerables ventajas para la paciente y para el sistema sanitario. El SentiMag, la técnica en la que Los Arcos se ha adelantado como pionero, evita la exposición a la radiación que incluía el sistema empleado hasta ahora, lo cual encabeza la lista de ventajas tanto para la afectada como para el personal sanitario.
La técnica se presentó en el hospital, durante una jornada especializada que organizaron los ginecólogos Alejandro Huelbes, de Los Arcos, y Antonio Piñeiro, del hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Intervinieron especialista de otros centros, como el doctor Pedro Marín, del servicio de Cirugía General del Hospital Reina Sofía de Murcia. Al término del ciclo de charlas teóricas, los asistentes pudieron ver en directo una intervención de cáncer de mama realizada en Los Arcos por el doctor Huelbes.
El método, cuyo estudio práctico se lleva a cabo en centros de toda España bajo el nombre de ‘Imagine’, añade ventajas para los centros que carecen de Unidad de Medicina Nuclear, como es el caso de Los Arcos.
Para el jefe de la Unidad de Ginecología del hospital costero, Tomás Luis Sánchez Bolea, ponente y moderador del encuentro, «una de las principales ventajas es que evitamos que la paciente se tenga que desplazar, unas horas antes de la intervención, a otro hospital que cuente con el servicio de Medicina Nuclear, para que le inyecten el coloide radioactivo que se empleaba hasta ahora para localizar el ganglio centinela«. El centro hospitalario del Mar Menor realiza a la semana entre una y dos operaciones de cáncer de mama, lo cual supone «una actividad alta, pero en la media de la incidencia registrada en el resto de la Región». Esas pacientes tenían hasta ahora que desplazarse a un hospital de Cartagena para que les inyectaran el fluido radioactivo, para después volver a Los Arcos, donde pocas horas después -para que el compuesto localizador surtiera efecto- tenía que ser intervenida de cáncer de mama.
El nuevo método permite a los facultativos la aplicación en el mismo hospital, sin el desplazamiento previo de la afectada. «Esta técnica no genera problema de almacenamiento porque no es radioactivo, por lo que se reduce el coste en seguridad y en gestión de residuos», señala el doctor Sánchez Bolea. El antiguo compuesto, sin embargo, empezaba a presentar incluso problemas de suministro como consecuencia de la guerra en Ucrania, donde se localizan las principales reservas de uranio.
Según el doctor Sánchez Bolea, «el coste económico es similar al anterior método, pero tiene un alto grado de fiabilidad según los resultados de los estudios, por lo que permite identificar el ganglio centinela con precisión y, así, evitar una intervención más agresiva para la paciente».