Los eucaliptos del extremo sur de la playa de La Ribera son ya solo unos cuantos troncos troceados. La Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente ha talado esta mañana al menos cuatro eucaliptos de gran tamaño para construir en el subsuelo un tanque de tormentas que recoja el caudal de lluvia que arrastra suciedad y residuos contaminantes al Mar Menor. Ya solo quedan tres ejemplares y una polémica.
A la protesta organizada contra la tala de los árboles centenarios, el pasado sábado en la plaza de San Javier, ha seguido la polémica en las redes sociales. Para el concejal de Servicios Públicos, José Anselmo Luengo,«es una buena noticia que se lleve a cabo esta inversión de 5 millones de euros, en la que Europa aporta el 80%».
«No son árboles protegidos, aunque eran estupendos, pero estaban justo en la desembocadura de dos grandes tuberías, de 2,20 metros de diámetro, que recogía todas las aguas de lluvia de la zona interior hasta la orilla de la playa. Es como un río soterrado», afirma Luengo. El tanque de tormentas se ‘tragará’ ese caudal contaminante y lo desviará a la depuradora en lugar de al Mar Menor.
Desde el depósito subterráneo saldrá además otro ramal de canales, paralelos a la línea de mar, por debajo del suelo, que recogerá las aguas de lluvias que bajen desde las distintas calles antes de que contaminen la laguna.
El concejal asegura que «antes del verano la obra estará terminada y, en su superficie, se creará un parque infantil con una pérgola para dar sombra a los niños y a todos los que quieran seguir disfrutando de esa zona». Luengo cree que «era una zona popular, pero no tenía la mejor imagen, así que ahora mejorará y, además, tendrá esa función beneficiosa para el Mar Menor que no entiende de derechas ni de izquierdas».
