Al menos tres ejemplares de pinos de avanzada edad en la plaza de la Cruz de San Javier han sido talados esta mañana por los operarios municipales. La eliminación de estos ejemplares centenarios se ha realizado para evitar accidentes con la caída de ramas y troncos, como los ocurridos en Madrid que han terminado con la vida de un hombre. La sequía ha hecho mella en los más antiguos.
Hace menos de un mes, un pino de grandes dimensiones se desmoronó en el acceso al Parque Almansa sin causar daños, pero el concejal de Medio Ambiente y Urbanismo, Antonio Luengo, asegura que «es preferible evitar accidentes por la caída de ramas y troncos». Otro árbol cayó recientemente en la avenida de Sucina, en el entorno del polígono industrial y, después de los incidentes ocurridos en Madrid, las alarmas se han encendido en torno a la peligrosidad de los árboles más antiguos.
Ayer, algunos vecinos del entorno del parque Almansa, donde las máquinas se encargaron de eliminar algunos de los ejemplares de más antigüedad, se quejaron de la eliminación drástica de parte del arbolado, que le da el valor de pulmón verde a este recinto en el centro urbano. Un reciente estudio señala que el daño causado por la sequía ha convertido algunos de los pinos más antiguos en cadáveres con un grado de peligrosidad que aconseja su tala, por lo que el Ayuntamiento continuará revisando los que se encuentran en peores condiciones tanto en el Parque Almansa como en la avenida de Sucina.