En el corazón de Torre Pacheco, un siglo de vida florece con la vitalidad de Alfonsa Alfocea Soto. Rodeada del cariño de su familia, Alfonsa celebró su centenario, un hito que el alcalde Pedro Ángel Roca y la concejal de Mayores, Julia Albaladejo, no quisieron pasar por alto.
«Un testimonio de fortaleza, amor y dedicación», así describe José Antonio Almagro, el nieto mayor de Alfonsa, el legado que su abuela ha tejido a lo largo de los años. «Su historia es un reflejo de esfuerzo, ternura y dedicación, y su ejemplo seguirá iluminando a quienes tenemos el privilegio de compartir su vida», añade con emoción.
Nacida el 23 de enero de 1925 en las Casas del Cura, Los Martínez del Puerto, Alfonsa creció en el seno de una familia unida, junto a sus padres Pedro y María y sus hermanos Antonio, Josefa, Julia, Carmen y Mariano.
El destino la unió a José Almagro, con quien contrajo matrimonio el 12 de abril de 1947 en Los Martínez del Puerto. Juntos, como dos ríos que se unen para formar un caudaloso cauce, construyeron una familia que floreció con el nacimiento de sus tres hijos: José, Pedro y Mari Carmen, quienes vieron la luz en diferentes parajes de la Región de Murcia.
El 1 de marzo de 1960, la familia Almagro Alfocea echó raíces en Torre Pacheco, en el Barrio de Santiago y Villa Brasil, donde construyeron un hogar lleno de trabajo, esfuerzo y amor. Hoy, Alfonsa sigue siendo el faro que guía a su familia desde su hogar en la calle Juan XXIII.
Su vida, como un árbol centenario que ha resistido el paso del tiempo, ha dado frutos en forma de 3 hijos, 4 nietos y 9 biznietos, quienes llevan en su corazón el ejemplo de bondad y fortaleza de Alfonsa.
«La vida es un viaje, no un destino», dijo Ralph Waldo Emerson. Y Alfonsa, con su siglo de vida, nos demuestra que el viaje puede ser tan hermoso como el destino. especialmente cuando se recorre rodeado de amor y rodeado de la familia.