La Guardia Civil ha registrado una vivienda y un taller en Torre Pacheco durante la investigación que ha permitido desmantelar la banda delictiva que manipulaba tacógrafos digitales para que los transportistas que los usaran pudieran conducir sin que les contaran las horas de conducción ni los kilómetros recorridos, lo que vulnera la legislación comunitaria vigente.
En Torre Pacheco, los agentes de la Benemérita han registrados dos direcciones y han investigado a un sospechoso de participar en la manipulación fraudulenta de los tacógrafos. La operación policial se ha extendido a las provincias de Burgos y Sevilla, además de la llevada a cabo en Torre Pacheco.
La Guardia Civil ha detenido a 10 personas e investigado a otras 5 por su pertenencia a la banda que manipulaba y vendía a los transportistas los tacógrafos manipulados para que pudieran conducir sin que contaran los tiempos de conducción y descanso esquivando la normativa europea.
Se han realizado 3 entradas y registros en los diferentes domicilios particulares de los detenidos en localidades de Burgos, Sevilla y Murcia, así como 3 entradas y registros en talleres de vehículos industriales, servían como colaboradores en la manipulación de los tacógrafos digitales, habiéndose intervenido numerosos efectos y documentación y gran cantidad de dinero en metálico, relacionados con los hechos investigado.
La operación policial se inició por una información de EUROPOL, debido a que la organización estaba ubicada en diferentes países europeos.
La organización manipulaba el tacógrafo digital mediante la modificación del software, ofreciendo al transportista la posibilidad de conducir sin que le cuenten las horas de conducción, ni los kilómetros recorridos vulnerando la legislación comunitaria vigente.
De esta forma, si eran parados en una inspección en carretera y trasladados a un centro técnico, al objeto de comprobar el tacógrafo, no se detectaba su manipulación.
Este tipo de aparatos se encuentran instalados en toda clase de vehículos que tienen un peso superior a 3.5 toneladas o que puedan transportar a 9 personas o más.
Con este tipo de fraude, cuando los agentes realizan una inspección se obtiene como resultado la creación de un documento que induce a error sobre su autenticidad, al reflejar unos datos de registro absolutamente falsos y distintos de los reales, referentes a los tiempos de conducción, descanso, disponibilidad, otros trabajos, velocidad y distancia recorrida, con el consiguiente peligro para la seguridad vial, además de la competencia desleal para el resto del sector.
Desde la Sentencia del Tribunal Supremo del pasado 15 de enero del presente y la instrucción de la Fiscalía de Sala de Seguridad Vial, la manipulación de este tipo de aparatos tacógrafos se castiga como un delito de Falsificación en documento oficial, además de la posibilidad de investigación de la empresa que los tiene instalados en sus vehículos, pudiendo ser investigados por un posible delito contra los derechos de los trabajadores.
La operación ha sido desarrollada por el Grupo de Investigación y Análisis (G.I.A.T. Central), de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y ha intervenido personal de las Comandancias afectadas (Seguridad Ciudadana, Policía Judicial y SEPRONA) y del Servicio Cinológico especialistas en detección de papel moneda relacionados con la actividad ilícita desarrollada por el Grupo Criminal.