Un paseo entre personajes de cuento en mitad del Medievo. Las Incursiones Berberiscas han lanzado un encantamiento sobre Los Alcázares, que amanece estos días de Semana Santa convertido en un pueblo medieval, repleto de mercaderes de otro tiempo, trolls, osos y danzarinas del vientre.
El mercado medieval, que funciona hasta el domingo, 31 de marzo, se convierte en un cuento abierto. Cientos de turistas pasean entre infinidad de puestos de mercancías variadas. Hierbas milagrosas, que prometen remedio para todo, desde el estreñimiento a la tristeza, velas aromáticas, juguetes de madera, inciensos y amuletos. Solo allí se encuentran caprichos como cientos de hadas, llamadores de ángeles, cofres de los deseos, gominolas de gintonic o piedras energéticas. Entre las delicias medievales del paladar, generosos embutidos, quesos de Mahón, carnes asadas o enormes panes que un musculoso panadero hornea en plena calle.
En la plaza del Ayuntamiento, decenas de niños disfrutan con búhos reales y águilas imperiales, una granja con un lanudo carnero, gallinas de colores y juegos infantiles. Mientras tanto, un oso pasea por el mercado con su cuidador y dos trolls inofensivos se hacen fotos con los turistas.
La animación diurna en el Mercado Medieval se complementa con la diversión nocturna, esta noche con el desembarco berberisco en la playa de las Pescaderías, con un espectáculo pirotécnico en el agua. Mañana, sábado, el desfile de las peñas saldrá a las 20 horas de Lo Sola con los vecinos ataviados como campesinos, corsarios, trinitarios y pescadores. Les acompañan dos tercios de moros y cristianos de Murcia.