Los voluntarios de Decathlón retiran 5.000 colillas y 1.169 plásticos de la playa de La Ribera

Solo en el tramo de playa que va desde el Miramar hasta el club Náutico de Santiago de la Ribera, los voluntarios de la batida de limpieza de DECATHLÓN SAN JAVIER encontraron casi 5.000 colillas, 1.169 fragmentos de plástico, 47 utensilios de picnic (platos y cubiertos), 62 restos de medicamentos, 32 residuos relacionados con la pesca y 34 desechos sanitarios.

 

A la llamada de Decathlón para limpiar la playa de La Ribera y llamar la atención sobre el comportamientos de los bañistas en la orilla de un ecosistema sensible como el Mar Menor, acudieron 56 voluntarios. Familias al completo pasaron la mañana del pasado sábado, 15 de septiembre, equipados con guantes y bolsas para buscar, clasificar y recoger todos los residuos no naturales que se esparcen por la orilla y por la primera franja del mar.

Los que bucearon en los fondos con las gafas de snorkel que les llevó Decathlón, extrajeron objetos tan curiosos como un cartucho de caza y un trozo de tubería, aunque también hallaron una nasa de pesca deportiva y varios metros de cuerda. «El plástico y las colillas son los residuos más frecuentes en las playas», explicó la bióloga Mónica Rubio, autora del blog ‘Elclickverde’. En el listado de la ‘cosecha’ destacan las 263 bolsas de plástico, los 380 envoltorios de dulces y aperitivos y los 97 tapones de botellas.

Niños y mayores ayudaron a dejar la playa de La Ribera limpia de residuos.

Palos de chupachúps, fragmentos de poliestireno, vasos de plástico, jueguetes y restos de globos se encontraban mezclados con la arena. Camuflados en la humedad de la orilla marina se hallaron numerosas toallitas higiénicas: «Son contaminantes, ya que a veces llegan a la playa porque alguien las ha dejado allí, pero otras llegan a través de las depuradoras que en ocasiones vierten al mar y, con las mareas, llegan a las playas», explica la bióloga.

No encontraron los voluntarios ningún elemento considerado bioplástico, sobre los que previene la experta: «Son pequeñas piezas de las plantas depuradoras». Otra fuente de residuos son los usuarios de las embarcaciones deportivas, que arrojan al mar restos de alimentos y envoltorios.

La experiencia propuesta por Decathlón San Javier se convirtió en una jornada de convivencia entre los voluntarios de todas las edades, pero sobre todo para los numerosos menores que participaron con sus padre, ya que pudieron ver la cantidad de residuos que los bañistas dejan en la playa tras de sí. La tienda de deportes, situada en el polígono El Pino, en la carretera Nacional 332 de San Javier, ya organizó anteriormente una limpieza colectiva de la playa de la Torre Derribada en San Pedro del Pinatar.

 

Una voluntaria saca del mar un trozo grande de plástico.

Dos pequeñas recogen residuos del espigón de la playa Barnuevo.

Una voluntaria muestra el resto de una toallita higiénica hallada en la playa de La Ribera.

Trabajo en equipo. Los voluntarios clasificaron los residuos según su naturaleza, desde vidrio y plástico a tejidos.

Decathlón San Javier repartió camisetas y un almuerzo -a elegir entre vegano, vegetariano o variado- entre los 56 voluntarios.