No hemos cambiado tanto. Los veranos de toalla y arena, siesta y chiringuito perviven sobre otros modelos que han ido llegando, al estilo cutre del turismo de desfase alcohólico o de los estresantes viajes programados de autobús y antidiarreicos. Ver las imágenes de ‘Spanish summer’ del fotógrafo murciano Joaquín Marín es mirarnos en el espejo sentimental.
Como un mosaico emocional, Marín compone la memoria familiar de generaciones de españoles. Puede que sean de los pocos compartimentos de la vida que unen a la generación ‘Baby boom’ con la X, la Z y todas las sucesivas, porque todos soñamos con un baño de mar, con los días largos del verano y la relajación de las costumbres.
El fotógrafo ha compuesto «un proyecto de fotografía documental sin fecha final» que comenzó a realizar en 2006. Las imágenes muestran familias, pandillas de jóvenes o turistas extranjeros, el paisanaje típico de los veranos españoles.
La elección del blanco y negro para las imágenes refleja, más que el tecnicolor estridente de las playas, el carácter de las cosas perdurables. Instantes que se repiten, que nos hablan de nosotros mismos.
La sala de exposiciones de la Biblioteca municipal de Torre Pacheco muestra este trabajo abierto en blanco y negro hasta el 20 de diciembre.
Una de las imágenes documentales de la exposición de Joaquín Marín. La contemplación del mar, el deseo de fundirse, el respeto a un medio hostil para el que pasa más tiempo de su vida en oficinas y atascos de tráfico.