Un Tenorio diferente en el cementerio de San Javier entre coros y velas

El Orfeón Fernández Caballero en San Javier

«Mi alma perdida va cruzando el desierto de la vida», escucharán clamar a Don Juan mañana por la noche, sábado 19 de octubre, los asistentes a la función de una de las obras teatrales más representadas del mundo. Verán sin embargo un Tenorio diferente, que se convierte en toda una experiencia a través del cementerio de San Javier entre velas y voces de coro. 

 

La verja del camposanto se abrirá a las 20,30 horas cuando el día oscurece para dar paso a la luz de las 6.000 velas que instalará la Asociación de Belenistas, encargada de ambientar la necrópolis. 

El público podrá pasear por el trayecto escoltado por las ánimas, una corte de jóvenes con velos blancos que acompañan al visitante. 

En el trayecto nocturno se encontrarán altares con imágenes religiosas cedidas por particulares, por coleccionistas de arte y por otras parroquias. La música sacra completará la atmósfera casi irreal, con las voces del Orfeón Fernández Caballero, el coro de cámara Patnia, la coral Stella Maris Björk, el grupo de Coros y Danzas de San Javier y los Auroros de Torres de Cotillas. En la foto, coro fotografiado por Pepe H

Por segundo año consecutivo, se une el repertorio religioso de la orquesta de cámara Virtuos Mediterrani, que dirige el maestro Gerardo Estrada. Interpretarán además partituras de música sacra la Banda del Conservatorio de San Javier y la Banda Sinfónica de San Javier

Hacia las 22 horas, comenzará la representación teatral del texto de Zorrilla extramuros del cementerio, en un recinto habilitado con sillas y gradas al aire libre, por lo que es recomendable llevar algo de abrigo. 

SEGUNDA PARTE CON EL TENORIO

Tras el paseo por el cementerio, los espectadores podrán ver la versión de la obra de Zorrilla que representa el grupo San Javier. 

El grupo local ya introdujo en ediciones anteriores la danza con las coreografías de Ruth Olmos y la voz del tenor Jesús Hernández, pero vuelve a aportar novedades en escena. 

El director del grupo, José Antonio Navas, firma una adaptación con menor duración pero con nuevos elementos, como son los dos narradores que van a dialogar sobre la vida y la muerte. 

Nuevos son los personajes de la madre abadesa (Pilar López) y Martín (Ramón Buitrago), el obrero que repara la valla del convento. Ana Díaz volverá a convertirse en Doña Brígida y, junto a ella, Laura Maestro (Doña Inés), Pepe Sánchez (Don Gonzalo de Ulloa), José Antonio Tárraga (Don Diego Tenorio), Pedro López (Luis Mejía) y Toñi Zapata (la muerte). La luz y el sonido corren a cargo de Chencho Fructuoso y Francisco Tárraga. Rafael López se ocupa de la dirección musical. La regidora Natalia Samper y la ayudante de dirección Susana Medrano completan el equipo que dirige Navas.